¿Cual Cambio?

Cuando el premio Nóbel de la paz se lo dan al Presiente de una nación que trae dos guerras entre manos, o entre pies… Nos quedamos boquiabiertos y con la baba colgando, casi como esos resortotes con los que se avientan algunos de los puentes… Y nos quedamos estupefactos y anonadados, (o lo que es lo mismo; sorprendidos entrando a la bañera en cueros)
Fue grande el asombro de que le dieran el premio, pero fue mayor asombro que lo aceptara. El respetuoso silencio que se ha guardado hasta ahora es porque todavía estamos tratando de entender… Aunque no hay mucho que entender, la cosa está clara, y aquí lo dije hace unas semanas: “Aquí vive el presidente, el que manda vive enfrente”.
Estoy casi seguro que el candidato Obama no hubiera aceptado ese premio, pero el Presidente Obama sí lo aceptó. Lo tuvo que aceptar. ¿Lo aceptaría convencido u obligado? En cualquiera de los dos casos, creo que ese fue un punto de partida para que muchos dejáramos de esperar que se diera un cambio sustancial en la organización de la sociedad en un plazo corto. Y los que todavía creíamos que ese cambio bien podía empezar “de arriba para abajo”, porque habíamos llevado un “gallo” muy cantador y muy valiente a la Presidencia, aventamos la toalla y empezamos a retirarnos “cabisbundos y meditabajos”.
Ya pasó el primer año de gobierno del Presidente Obama; la cuarta parte, el 25%. Decir que ha logrado poco, porque hay pocos trabajos y la gente sigue viendo que cada día hay que hacer más ajustes al presupuesto, al tiempo que le bajamos dos joyos al cinturón y no hay para comprar pantalones a la medida… Decir que ha logrado poco, porque ni siquiera se vislumbra en el horizonte una amnistía para los indocumentados, que otra vez nos quedamos con ganas de ir a las fiestas del pueblo y de ir a ver a nuestros familiares. Decir que ha logrado poco, porque la reforma al sistema de salud va a tener que seguir esperando en los pasillos de la burocracia, como esperamos nosotros en los pasillos de los hospitales cuando necesitamos alguna atención médica, por muy urgente que sea. Decir que ha logrado poco hasta hoy, es decir que esperábamos mucho… tal vez demasiado; es decir que no fuimos realistas… Es decir que seguimos esperando que alguien nos componga el mundo y el que espera… no es manzana.
Una cosa es tener fe en que el “cambio” se puede dar y otra cosa es esperar sentados a que llegue el “cambio”. El “cambio” hay que ir a encontrarlo a medio camino y con la mano tirante.
Lo dijo muy claro aquí mismo, hace un par de semanas un tal Luis Ruiz, que Dios nunca dijo: ayúdate que yo te ayudaré, pero que Ben Franklin sí dijo que Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos… Lo mismo que yo te decía: No esperes sentado, el cambio hay que buscarlo y provocarlo, hay que encontrarlo a medio camino.
Y a todo esto ¿qué entiendes tú por cambio? ¿Qué cambio esperabas cuando se hablaba tanto de cambio? Lo más seguro es que todos, que ellos, que nosotros, que los de arriba, que los de abajo, que tú, que yo, todos teníamos diferente idea de “cambio”. Estoy empezando a creer que nos vendieron muy fácilmente la idea de CAMBIO. Nos ofrecieron cambio barato y allá corrimos todos presurosos a comprarlo y todos regresamos a nuestras casas con nuestra bolsota de “cambio”, contentos pensando que habíamos hecho buena compra, ni siquiera dudamos de que nos habían dado lo que habíamos pedido y esperábamos…
Hoy empezamos a revisar la bolsa y, aunque nos cueste, vamos a tener que reconocer que otra vez fuimos víctimas de los discursos políticos, que otra fuimos engañados, que la bolsa que trajimos a casa no traía el cambio que pedimos, el cambio que esperábamos… Sí, sí hubo cambio para algunos. Claro que hubo cambio. Ya dijimos que ahora el premio de la paz se le da a alguien que hace la guerra. En lugar de ayudar a los pobres, ahora se ayuda a los banqueros, a los ricos para que no pierdan sus fortunas ni sus fabulosos bonos; El desempleo se combate ahora mandando más gente a la calle para que ayuden a los que andan buscando los trabajos perdidos… ¡Claro que hubo cambio!… pero no el que esperábamos. Ese cambio que queremos para nosotros y para nuestros hijos hay que irlo a encontrar a la mitad del camino. Ese cambio no lo podemos esperar sentados, porque nadie nos lo va a traer, ese cambio hay que hacerlo entre todos día a día, paso a paso… De nada nos sirve elegir un Presiente con buenas intenciones si el gobierno sigue controlado por politequeros, cabilderos y cu..…alquier otros ciudadanos que sólo se interesan en amasar fortunas y en amensar masas… Ya dije… y al que no le guste….. puede hacer los cambios que juzgue necesarios.

Salud y saludos y hasta la próxima

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Acerca de licvidriera

Leo, medito, escribo, vivo y escribo en la eternidad
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