Contra el vicio de pedir…

Contra el vicio de pedir hay la virtud de no dar; Dice un nuevo refrán. Nuevo porque hace muchos, muchos años, no había la urgencia de pedir ni la instigación de dar. Todo era de todos y no había más que alcanzar, agarrar y disponer de los bienes del mundo. Luego fue apareciendo la “propiedad privada” y en dos por tres, ocho, se repartió todo, el mundo tuvo dueños y el que se durmió, o no había nacido, se quedó con nada. Como quien dice, cuando dijeron: “el que tenga más saliva que coma más pinole”, como era natural y tenía que suceder, los más babosos se quedaron casi con todo.

Algunos alegan que el mundo está mal repartido, pero son resentimientos, porque los sabios oficiales y los gobiernos del mundo y hasta algunas reputadas religiones dicen que así está bien; si no lo dicen, por lo menos se nota que hacen poco por cambiarlo o rerrepartirlo.

Hay quienes aseguran que con el nacimiento de la propiedad privada empezó el progreso del mundo, (habrá que avisarles a algunos países que no se han dado cuenta y sigue en vía de progreso desde hace añales) otros aseguran que con el nacimiento de la propiedad privada nacieron los bandidos, diremos que más que nacer, los hicieron, porque empezó a ser un delito tomar lo que antes era de todos y los dueños de la propiedad, con sermones, castigos y amenazas, se encargaron de que se entendiera el delito de robar. Hoy tenemos muy en claro que es un delito tomar para uso personal lo que le pertenece a otro…eso es robar, eso es ser bandido. Lo que no quedó muy claro es que es más delito tomar para uso personal lo que pertenece a todos…, pero hay cosas que no se pueden decir en voz muy alta, porque, si con el principio de la propiedad privada empezaron los bandidos, también empezaron… los policías, los jueces, las cárceles, la mordida, la corrupción… y hasta la piratería pirata. Pero siguen siendo los resentidos los que hablan, porque también empezaron las obras de caridad, la gente buena, la gente que ayuda… ¡Lo que sería de muchos pobres y desposeídos, si no hubiera esa gente rica, buena y caritativa…! Porque hay gente a la que le gusta dar, no mucha, pero sí hay. Se sienten bien dando. Se sienten buenos, como que se les aplaca alguna comezón que les queda en la conciencia que les queda….y algunos hasta se sienten con derecho a una recompensa eterna; Pero no hay muchos que den… Sin embargo donde si hay mucha competencia es entre la gente que necesita pedir o que le gusta pedir o vive de pedir, porque, así como hay algunos “vivillos” que hacen buen negocio dando, también hay algunos “mensillos” que hacen buen negocio pidiendo… Si para eso es necesario hacerse pasar por ciegos, sordos, mudos, o las tres cosas al mismo tiempo, lo hacen. Algunos hasta se doblan una pierna y se hacen pasar por mochos, o se pintan llagas lastimeras,  pero todos, todos se hacen pasar por pobres, porque es muy raro que alguien les dé limosna a los ricos, aunque vaya usted a saber si no se den casos…

Yo sí creo que haya quien les dé limosna a los ricos. Aunque aprendimos que “el que da lo que necesita, el diablo se burla de él”,  puede ser que , sin saber, más de alguna vez le hayas dado a alguien que tiene más que tú, porque hoy en día no puedes salir a la calle sin encontrarte con alguien que ande pidiendo, sobre todo en las tiendas de comida. Ya desde antes de entrar…, “antes de que gaste el dinero” han de pensar, te avientan el sablazo, te lo capoteas pretendiendo que no oíste, o que vas de prisa… En la registradora la cajera te pide un dólar para sabe qué caridad, ¡maldita costumbre de querer hacer caridad con lo ajeno! si le dices que no, pone cara sería (ha de llevar comisión), embolsa mal tus cosas, casi te apachurra los huevos con las naranjas y hasta algún cliente buenazo te echa ojos de “no quiso dar, el tacaño”. Sales malhumorado y te espera alguien a la salida y otro más al querer subir al carro y para colmo de males ya en la tarde, cuando estás comiendo, llega otro a tocar a tu puerta. (Como el que se fue maldiciendo el otro día, porque no le quise dar, aunque inspiró estas letras).

Si tu voluntad es dar, es muy tu dinero, muy tu gusto es y quién te lo quitará,  pero yo creo que deberíamos de fijarnos a quién le damos. En primer lugar, es en nuestros barrios donde hay más gente pidiendo, hasta gente que se ve que no son latinos se arriman a nuestros barrios y unos vienen de lejos. ¿Por qué? ¿No será porque somos medio sueltos con las ayudas y las moscas se arriman a la miel? Gente necesitada hay mucha, somos muchos más los necesitados que los sobrados. Si vas a dar, dale a alguien que conoces y sabes que necesita. Como quien dice: has el bien, pero fíjate a quién… y has el mal sin que se sepa quién… Porque luego se riega la voz: “allá están dando” y con los que de verdad necesitan se arrima gente maleante.

Si un día tienes tiempo te platico lo que pasó un día que tuve que darle centavos a un muchacho, porque me dijo que si no le daba me iba a pasar lo que le pasó al último que no le quiso dar… le di porque llevaba a mis hijos chicos y no quise exponerme, pero se me ocurrió contarle a un policía que me encontré y después ya me había arrepentido…, pero dije que otro día te contaba…

Salud y saludos y hasta la próxima…

P.S. Si te encuentras a la señora que lleva meses y meses pidiendo para mandar un cadáver a su país, dile que se espere unos meses y le sale más barato mandar los huesos.

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Acerca de licvidriera

Leo, medito, escribo, vivo y escribo en la eternidad
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