
Qué estás haciendo en mi cama? Le pregunté de repente a mi esposa una mañana, un día que la luz del sol nos sorprendió un poco tarde y me sorprendí al mirar aquella bruja en mi cama, que pensé que iba a tragarme… ¿A qué viene esa pregunta? Me contestó ella asombrada y hasta me tocó la frente pensando que estaba enfermo o que a lo mejor soñaba. Pronto recapacité y fingí que era una broma, pero la verdad sí fue que me sorprendí al mirar lo mucho que había cambiado aquella muchacha joven que se acostaba a mi lado, y parece que fue ayer, por lo menos no hace tanto. Y de pronto que la vi ojerosa y arrugada, despeinada, vieja y fe, con menos pelo y más canas, menos esbelta y mas bulto, yo pensé que era una extraña, por eso se me hizo fácil preguntarle simplemente: qué estaba haciendo en mi cama. Hizo gestos y se fue maldiciendo o murmurando a preparar el café; yo me fui al cuarto del baño Y al mirar en el espejo, ¿qué haces ahí, pinche viejo? Le pregunté al pobre anciano que se reflejaba en él. No me contestó aquel viejo. En silencio y con tristeza me remedó lentamente mientras yo sumía la panza, inflaba el pecho y los hombros levantaba en desafío; pero todo eso fue en vano. El joven que aparecía siempre que veía al espejo, se había convertido en viejo sin que yo me diera cuenta, ero fue en muy poco tiempo ¡Cómo se pasan los años! Se van en un santiamén, y qué rápido cambiamos, de la noche a la mañana mi mujer es una extraña y yo un extraño también
ES EL SISTEMA
– No ganas nada con cambiar de banco, carnal, te lo digo por experiencia, yo ya lo hice dos veces y nada cambió. Uno piensa que los va a castigar: “Pa que se les quite, me voy y me llevo mis 3.50 a otro banco” La verdad es que en este fregao sistema necesitamos los bancos, es más, lo bancos son el sistema… “
Así le dije a mi carnal, que anda muy enojado porque “le robaron 100 dólares en el banco” Sucede que necesitaba cash y fue y cambió un cheque a su banco… está pobre el hombre, nomás alcanza para un banco, yo de perdis tengo dos… porque en eso de andar cambiando de un banco a otro, la vieja se quedó en uno y yo en otro… El caso fue que a mi carnal le dieron dos billetes de a cien, pal café del mes, porque en eso es en lo que gasta el dinero mi carnal… y en medicinas. Cuando llegó la hora de empezar el segundo billete no se lo quisieron en la gualmat; Que si lo había lavado, que estaba muy descolorido, que no parecía bueno… ¡y no era bueno! Inmediatamente se fue encabritado al banco y ¿Qué crees? Que no se lo hicieron bueno, se lo fregaron. Que ellos no revisaban los billetes, que tenían muchos clientes, que cómo iban a saber si no lo traía de otro lado… que el hecho de que fuera cliente de treinta años no decía nada, que ellos estaban desde el tiempo de las carretas y las diligencias… que esto y que lo otros, que fue y que vino, pa’llá y pa’cá y se quedó con su billete falso mi carnal… y ni a las cantinas va, allí era donde se pagaba con los billetes descoloridos… Yo aprendí algo y ahora cuando voy al banco y saco los sesenta dólares al mes y me preguntan que cómo quiero mis billetes, les digo que nomás no me den de a cien, porque salen falsos.
Consolé como pude a mi carnal. Hay que saber perder y nada se gana se con alegar, mas que hacer corajes. Pero ándale que no había pasado una semana cuando llegó un cheque del gobierno, devolviendo 25 dólares de un negocio que habíamos cerrado hacía como seis meses. La cuenta de banco del negocio la mantuvimos mientras se pagó lo que se debía, y como ya lo único que pasaba era que el banco le rebajaba 20 dólares por mes, sacamos lo cuarenta dólares que quedaban y la cerramos. Pues cuando fui a depositar el mentao cheque de $25 en mi cuenta personal, me dijeron que no lo aceptaban, que necesitaba tener una cuenta a nombre de ese negocio. No valieron explicaciones ni pedirles que revisaran sus records, que hacía un mes había cerrado esa cuenta… La muchacha se amachó o se enmuló, yo hice el coraje, pero nomás no logré anda. Ahora fue mi carnal el que me apaciguó y me consoló…
Ni modo, es el sistema y ganarle al sistema no es fácil; en todo caso lo mejor es ajustarse al sistema y sacarle todo el provecho que se pueda.
Acabamos de ver en estos días nuestro sistema político democrático en acción en las elecciones pasadas y, la mera verdad, no es un espectáculo muy agradable ver y oír a los políticos. La forma en que avientan “lodo” los unos a los otros…La forma en que mienten, la forma en que nos quieren ver la cara de sonsos. Si lo que dicen unos de otros es cierto: malo, y si lo que dicen don mentiras: malo también; pero es el sistema, hay que entenderla, vivirlo y sacarle provecho… si otros pueden, tú también…
Lo primero que hay que aprender es que el sistema funciona de arriba hacia abajo. Que en la cúspide están los ricos y los banqueros y cuando el gobierno decide inyectarle dinero al sistema, “estímulos” a la economía, ayudas y demás, siempre es arriba donde vierte el dinero, con la esperanza (¿o será temor?) de que algo llegue a los de abajo… casi nunca llega nada, de manera que si quieres aprovechar el sistema al máximo, trata de colocarte entre los de arriba… Es el sistema.
En estos días se anunció que la Reserva Federal va a comprar bonos del gobierno por 600 billones de dólares; otro estímulo a la economía, con la esperanza de que bajen los intereses y más gente pida dinero prestado, (ganen los bancos) y se generen trabajos… ¿Sabes cuántos trabajos de ganarán? Ahí te va: y no lo digo yo, lo dicen economistas de la Firma investigadora Macroeconomiscs Advisers LLC, que aunque la Reserva Federal comprara tanto como $1.5 trillones de bonos del Tesoro, lo cual parece una posibilidad, el desempleo bajará 0.2 por ciento para 2011.
Así que de estos 600 billones que les empezarán a chorrear a los de arriba no va a llegar gran cosa a los desempleados y a la gente que está esperando conseguir un préstamo para comprar una de los ¡14 millones de casas que están desocupadas!… Es el sistema.
De cualquier manera hay que estar agradecidos y contentos de vivir en una democracia, porque hay mucha gente que vive en países bajo dictaduras que no dejan ninguna alternativa a sus ciudadanos; nosotros en nuestra bendita democracia tenemos por lo menos dos: jalar o ahorcarse.
Salud y saludos………
EL PILÓN: “Dios aprieta, pero no ahorca, nomás no te confíes mucho, porque siendo omnipotente también puede ahorcar sin apretar”.