PA’LOS TOROS DE EL JARAL…
Al güero Arnulfo Quezada le decían «la quesadilla», porque era de baba gruesa y al calor se derretía. Decían que parecía menso, los muchachos, por envidia, pero el güero no era menso, de eso ni un pelo tenía, porque todavía lo buscan, por promesas incumplidas, muchas muchachas del pueblo que se quedaron con cría. Suegros, cuñados y el Cura lo empezaron a acosar y más de algún resentido quería cuentas aclarar. El güero no era de pleito y mejor dejó el lugar. Salió del pueblo y se vino acá «al norte» a trabajar. Allá en el pueblo las cosas son distintas y es muy fácil que alguno que no trabaje hasta no muy mal la pase; pero acá por estos lados, la soga está más cortita y hay que jalar o hay que ahorcarse. De modo que el pobre güero tuvo que entrarle al trabajo y hasta con suerte, pues pronto ya manejaba buen carro. Y pronto quiso seguir de conquistador, como antes. Pero luego descubrió que acá no valía la labia: para poder conquistar tenía que brillar la plata. Para colmo de sus males, por ahí en una cantina se topó con una chata, muy bonita y muy ladina, que ya estaba muy toreada y no a cualquiera embestía. Herido en su orgullo «el güero» dijo: «esta no se me va». Pero por más lucha que hizo, no la pudo hacer jalar. El todo lo que buscaba era jincarle un muchacho; Ella contenta aceptó: «si quieres jíncame cuatro, nomás te casas conmigo y me das para mis gastos» «El güero» dijo: «no se oye, mejor por ahí nos miramos«. Pero no quedó contento y volvió a seguir terqueando, pero la güera, Cristina, ya se lo estaba tanteando; no le dio la probadita que «el güero» andaba buscando, hasta que no la llevó al altar, y hasta de blanco. Dice «el güero» que ganó, porque consiguió lo suyo, lo demás es lo de menos; pero la güera Cristina cree que si le puso el yugo, también le pondrá los cuernos; y de seguro que muchos, con eso han de estar contentos y se acordarán del dicho: «Pa’los toros de El Jaral, los caballos de allá mesmo».
(Poesías Incompletas del Lic Vidriera)
UNOS TIENEN SUS KADAFIS Y NOSOTROS KADAFITOS
Poco antes de que empezaran las acciones bélicas en Libia, guerra, pues, me tocó oír una entrevista en una estación de televisión. El entrevistado era un viejo político conservador americano, creo que hasta es ministro de alguna iglesia y se llama Pat Robertson… ¿o es Robert Paterson? Un gordito y veterano como yo…visnando…. El caso es que pocas veces se le oyen cosas que valgan la pena, pero cuando uno de los de la teleaudiencia llamó y le preguntó que qué esperaba Estados Unidos para ponerle precio a la cabeza de Kadafi… y el señor contestó calmado, hasta eso que casi siempre es calmado, y dijo que Kadafi no nos ha hecho nada, ni nos ha invadido, ni nos ha amenazado, ni nos ha agredido, que nosotros no éramos los encargados de andar poniendo precio a las cabezas…. y sabe qué más dijo, pero yo con eso tuve para soltarme pensando, que si así hubieran racionado con Irak, no en tuviéramos tan jodidos ni se hubiera muerto tanta gente, pero luego se me vinieron los recuerdos de las películas del oeste de los casa recompensas y de los cartelones en las oficinas de los sheriffs…. pero volviendo a los Kadafis…
Los Kadafis no nacen, se hacen, los hacemos y los usamos, porque los kadafis son útiles, son manejables y sirven a los intereses de los grandes países y ningún kadafi puede crecer sin el apoyo de un poderoso… de dos o tres, pero por lo menos de uno. Y así como necesitan los Kadafis del apoyo de un poderoso, también necesitan el apoyo de los de abajo, sobre todo de ese círculo de allegados, esos que los traen en hombros, que los levantan y despistadamente los estrujan y sacuden para que se les caiga el dinero de los bolsillos, o descaradamente les meten las manos a la bolsa… y a las bolsas… circulo de gente que alcanza sus beneficios…a veces grandes beneficios.En otro tiempo se les llamaba nobles y cortesanos… en estos tiempos ya se les acabó lo noble y lo cortés, nomás les quedó el… lo demás (Creo que en inglés se escribe ashole, y se escribe con una s, ss, o sss, según la medida) . Ahora, aquí y en tierra de indios a esos que rodena al Kadafi en turno se les llama: “la clase gobernante”. Todos los pueblos tienen una clase gobernante aquí, allá y acullá, como dicen los que hablan con propiedá.
Pero no siempre los kadafis se encierran en una sola persona, pueden ser un grupo, un partido, una sociedad, una supercorporación. etc. pero siempre crecen ante nuestra vista, regados con el beneplácito de unos y la apatía de los demás… y luego cuando se vuelven molestos o peligrosos, o de plano ya no nos sirven, preguntamos extrañados: ¿de dónde salió esto?… ¿cómo es posible que podamos tolerar esto?… ¿quieres un ejemplo que te llegue a la bolsa? Bell, South Gate, Bellgardens… y sigue buscando cerca de ti y encontrarás…porque cerca de nosotros están nuestros kadajitos, estos son los que debemos combatir primero, porque estos hacen los kadajotes y unos y otros nos mandan al kadajo…
¿Por qué –te preguntarás- casi no hay nación en el mundo donde los pueblos estén contentos con sus gobernantes? Porque se ha desvirtuado el gobernar, pocos son los gobiernos interesados en el bienestar de todos sus gobernados, pocos son los gobiernos interesados de verdad en sus pueblos, pocos son los gobiernos que no se vendan a intereses, o que no cedan a amenazas… Dame un ejemplo de un pueblo que quiera a sus gobernantes y yo te diré cómo se hace un país prospero… Salud y saludos y hasta la próxima