Aprovechando las celebraciones religiosas de esta semana voy a hacerle publicidad a un librito, que está arriba en la pestaña de libros, A LA VERA DEL CAMINO (El viacrucis de los pobres) pondré unas dos «estaciones» por día…
III
CORONADO DE ESPINAS
Hay la creencia en la gente
que el que lleva la corona
es el que es más importante.
Pero eso sólo ocasiona
envidia y guerra constante.
Porque una sola corona,
es una gran distinción.
Todos tenemos cabeza
y podemos llevar una.
Por eso sería mejor
que no hubiera distinciones,
que no hubiera coronados,
o todos pasan por hijos,
o todos por entenados.
Hay cosas que aún creemos,
pero que son del pasado,
que sirvieron en un tiempo
pero hoy pueden estorbarnos…
Ya no debe de haber reyes
ni debe haber coronados;
así hay principios y normas,
libros y ritos y credos
que se veneran por viejos,
…pero no por verdaderos.
Nomás que viéndola bien
yo creo que mejor me callo,
porque por andar diciendo
cosas parecidas fue
por lo que a ti te agarraron.
Mejor retiro lo dicho
y me quedo sin corona,
porque a ti, para burlarse,
de espinas te la colocan.
Y en eso sí te aseguro
que te vas a distinguir
porque para mí que en eso
nadie te querrá seguir.
Muchos te siguen fervientes,
hasta con golpes de pecho,
y parecen muy sinceros
donde todo está parejo,
pero al empezar lo duro
se quedan en el camino
o regresan a sus pueblos.
En este caso está bien
que haya una sola corona.
Y ni intentes compartirla
porque esa corona es tuya
y ya nadie te la quita.
Eres el único rey
que trae corona de espinas.
Los que te querían ver rey
con una corona de oro,
aquí te darán la espalda
y te juzgarán de loco.
Pero déjalos que rían
y que disfruten su burla
ya ves que dicen por ai
que el que al último se ríe
es el que goza la burla.
Nomás con que no me falles,
tiene que venir la tuya,
porque ya se están volando:
te coronan, te flagelan..
y te siguen insultando
y eso ya es mucha tortura.
Pos ¿qué les dolieron tanto
las cosas que les decías?
O será pa’ dar ejemplo
a ver si nadie se anima
a predicar tu evangelio
y a practicar tu doctrina,
que les daña sus negocios
y su imagen desprestigia.
Pero van a equivocarse
porque esto ya no termina:
tú ya prendiste la mecha
y habrá muchos que le sigan;
nomás con que no le cambien
lo que dice tu doctrina,
porque ya verás que pronto
resultarán las envidias
y unos con tal de vender
van a hacer más facilita
la entrada al reino del cielo
con tal que caiga platita.
IV
CONDENADO A MUERTE
Instigado por las turbas,
por fin se animó el Romano;
turbas que son manejadas
por los que tienen el mando.
Y mira, los muy hipócritas,
ya nomás te condenaron,
en señal de que están limpios,
hasta se lavan las manos.
Pero el miedo no se quita,
por más que con el lavarse
crean que se quitan la culpa.
+
Te lo dije que esta gente,
con ese poder que tienen,
no quieren perder el tiempo,
cuando alguien no les conviene.
Lo vemos a cada rato
que el que busca ser “derecho”,
prontito que lo consigue,
porque lo dejan bien tieso:
derechito el condenao
y listo para el entierro,
porque a muchos, como tú,
se los aplacaron luego.
Antes a ti te dejaron
que anduvieras algún tiempo
predicando tu doctrina,
pues te ganaste el respeto
de algunas gentes de arriba
que un poco te comprendieron;
porque al cabo entre los ricos,
aunque nos cuesta creerlo,
hay algunos que sí piensan
y que tienen buen cerebro,
nomás que son minoría,
como José y Nicodemo,
que por mucho que lucharon,
liberarte no pudieron
y tuvieron que ceder
a los que te quieren muerto.
Porque debes de saber
que donde pusiste el dedo
es llaga que duele mucho:
criticar abiertamente
la religión de los viejos
te iba a meter en problemas
con los que cuidan el templo
y guardan las tradiciones
y nos dicen los misterios.
Criticar lo que creen todos,
así sea lo más… absurdo,
es arriesgar el pellejo.
No creo que no hayas sabido
que ibas a pagar el precio
que pagaron igualmente
los que corrieron el riego
de luchar por la justicia
y defender los derechos
de los que viven esclavos
igual de alma que de cuerpo.
Pero a lo mejor tú crees
que algo ganarás con eso;
será para que aprendamos
todos los que no sabemos
ni qué hacemos en el mundo
ni de dónde es que vinimos
ni dónde terminaremos,
¿Será para que entendamos
esta bola de animales
que más felices seremos
viviendo cual racionales… ?
Puede ser, pero Quién sabe…
El caso es que todo el tiempo
si el mundo ha cambiado un poco
ha sido gracias a “locos”,
como tú, porque han creído
que podían cambiar el mundo.
Y los “locos” son los únicos
que un poquito han conseguido,
porque no tuvieron miedo,
y por su gran fe en sí mismos,
que es la que a la hora de la hora
vale más que cualquier cosa,
porque de nada te sirve
creer en Dios y en el diablo
y en cosas maravillosas,
mientras no creas en ti mismo.
I
ATRAPADO
Con un beso traicionero,
te entregan a los soldados.
¿Creías que te escaparías?
¿Con todo lo que has hablado?
si a otros por cosas menores
más rápido los callaron.
Tú enseñabas la verdad
y se ve que no eres malo,
pero te faltó prudencia.
hablaste por todos lados,
diciendo siempre “verdades”
al que te saliera al paso;
y eso… pues, casi no se usa.
De niños nos enseñaron
a no decir la verdad
y a ocultar lo que pensamos.
+
“Señora, se ve muy guapa”.
Aunque la vieja este fea.
“Mamá, yo te lo aseguro,
no me comí las galletas”.
y apenas puedes hablar,
porque traes la boca llena
y el polvillo del azúcar
hasta te brilla en las jetas.
“Me da mucho gusto verte”.
Y hasta los labios aprietas
para ocultar el disgusto
que te causa su presencia.
…+…
Toditos en este mundo
estamos bien entrenados
para pensar una cosa
y otra decir con los labios;
corazón, cabeza y lengua
Trabajan por separado,
cada uno a su conveniencia,
cada quien para su santo.
Eso todos lo sabemos,
y aún así nos engañamos…
¡Si seremos más…! Ni modo.
Convéncete: en este fango
hay que volverse serpiente
y andar con mucho cuidado;
medir uno sus palabras
y no hacer ningún escándalo;
porque tú, pues ni eres rico,
tampoco tienes soldados…
Yo no sé a qué te atenías
Pa’andar por ai predicando,
gritando a los sacerdotes
que eran sepulcros blanqueados,
nomás porque nunca cumplen
lo que la ley ha mandado…
si ellos arreglan las leyes,
a su antojo y conveniencia,
pa’ tenernos controlados,
los jijos de la fregada,
pero ellos no le hacen caso.
Las leyes son pa’los pobres,
son nomás pa’los de abajo.
Y luego ¿pa’ qué decías
que los ricos eran malos
nomás porque no reparten
el dinero que han ganado?…
Como quien dice, te echaste
malas con lo más granado
de la sociedad y son…
los que tienen palo y mando.
Si de veras fueras Dios,
creador y gran soberano,
deberías de conocer
a las obras de tus manos…
Bien puede ser que los hombres,
como tú lo has enseñado,
tengamos un mismo padre,
pero no somos “hermanos”.
No sé pa’que te metiste
a andar revolucionando
este mundo que pa’muchos
está muy bien ordenado.
y si no está, por lo menos
así les ha funcionado.
Debiste de comprender
que la religión es cosa
para el templo y comentarios,
pero no para aplicarla
a nuestra vida de diario.
Si ves, ni los sacerdote
practican lo que predican,
más bien hacen lo contrario
y tú querías ser sincero,
hombre, pues quién te creías…
se ve que eres muy novato.
De veras que me das pena,
pues se ve que no eres malo;
pero te faltó prudencia
y ahora que te han agarrado
para mí es casi seguro
que vas a ser condenado.
II
DE HERODES A PILATOS
Como que ninguno quiere
perder el tiempo contigo.
Nadie quiere “molestarse”
en dictarte la sentencia,
ni el romano ni los tuyos.
Y todos te quieren muerto,
eso tenlo por seguro;
nomás que nadie se anima,
porque “el miedo no anda en burro”;
es lo que muchos decimos,
porque desde no sé dónde
traemos ese prejuicio
de ser muy supersticiosos
en cuestión de lo divino.
Pues como los jefes saben
lo que por ahí se ha dicho:
que eras el Mesías del cielo
y del mero Dios el hijo,
pos ahí tienes que no saben
lo que van a hacer contigo.
Por aquello de las dudas,
no quieren ser responsables
directos de tu destino.
Pero de esta no te escapas,
porque como dijo alguno:
El error y la ignorancia
son causa de muchos males
que sufre la humanidad.
Los errores más funestos
son de la superstición,
porque corrompe las fuentes,
que surten a la razón
y el fanatismo que alienta
esos tan graves errores,
a matar sin sentir culpa,
es el que empuja a los hombres.
(esto lo dijo Voltér,
ai nomás ¿cómo la ves?)
Y estos que quieren matarte
mucho padecen de eso.
Y pasarán muchos años
pa’que se encuentre el remedio
que nos cure de esos males.
que causan los ignorantes
que quieren que todo el mundo
a fuerzas piense como ellos.
No porque estén convencidos
de que están en la verdad,
sino porque les conviene
para su comodidad.
Ignorantes que no saben
que mejor andaría mundo,
(para bien de esos malditos),
si de lo que predicabas
se aplicara algún poquito.
Ignorantes que no saben
de la única libertad:
la libertad del espíritu,
y que viven siendo esclavos
de rancias instituciones
que con el pasar del tiempo
la mentira hacen “verdad”
y hasta en una altar la ponen
y la Verdad descreditan
y la pintan tan macabra
que nadie la reconoce,
porque le cambian de cara.
Y a esa Verdad que libera,
que fue la que tú enseñaste,
le temen porque ya saben
que con ella no se juega:
Hay que jalar o hay que ahorcarse.
Mientras tanto ahí te traen
entre Herodes y Pilatos
yo nomás quisiera ver
quién va a ser el que se anime
a dictarte la sentencia.
Porque de esta no te escapas,
y no es que te desanime.
+
Nadie quiere ser el juez,
porque te matan por miedo:
miedo te tienen de vivo,
miedo te tendrán de muerto.
Porque nunca te escucharon,
porque no te comprendieron.
Ya aprenderán estos sonsos
que hacer mártires no es bueno.