El problema no es nuevo, a todos los viejos de todos los tiempos les pasó lo que hoy nos está pasando a los viejos nuevos.
“Las cosas ya no son como antes” decimos, como decían nuestros padres. Nomás acuérdate cómo renegaban tus apás cuando te veían con aquellos pantalones acampanados, las camisas chillantes, la melena de león y los zapatos de plataforma para vernos altos… “Las cosas no son como antes”, decían moviendo la cabeza, ¿a poco no?
Hoy entendemos muy bien porqué lo decían, porque también para nosotros, las cosas ya no son como antes.
Y lo malo es ver cambiar cosas que uno pensó que no cambiarían nunca… ¿Cuándo iba uno a pensar, por ejemplo, que un día el “punto decimal”, se iba a convertir en “coma decimal”. No niego que a veces ese punto se me hacía medio sospechoso, y más cuando por un teclazo no aparecía la “n”, pero no era para que cambiara tanto… de punto a coma, pero se ven cosas… se ven cosas.
Ahora dicen que el cambio es beneficioso… ¡güeyraminet !cómo que beneficioso, si todo el tiempo dijimos “benéfico”….., ¡Cómo han cambiado palabras! Ya ni es sorprendente que digan “sorpresivo”… Lo que yo digo es ¿a quién fregaos le pidieron permiso para hacer esos cambios? Por lo menos díganos si esos cambios son fruto de alguna ciencia nueva o de una vieja ignorancia…. ¿no serán fruto de una nueva ignorancia? ¿Porque, qué beneficio sacan cambiando benéfico por beneficioso, entre tantas palabras que han cambiado?
Con rostro lamentoso digo que es lamentable que se hagan cambios sin “consultamiento” ni “consultaciones” y sobre todo sin consultar y sin conocimiento de la lógica del lenguaje y de las tradiciones. Las dos deben de respetarse y más la primera
Si así siguen vamos a tener que tomar serias medidas… ¡Cómo! ¿que tampoco se usa ya decir medidas, que hay que decir “mediciones”?
Óigame no, a dónde vamos a parar; hay que hacer una lista… Ah, ya no son listas, ahora son “listados”…. será para que no se confundan los que no son listos.. o listas.
Las cosas ya no son como antes. Ahora salen con cada palabrita que … a jijo, ¡Si no saben no inventen! Una cosa es una cosa y otra cosas es otra cosa. ¿En qué cabeza cabe que el nuevo “avaricioso” se va a oír mejor que el viejo avariento que siempre ha existido?
Pero ni modo es que así ha sido y así ha de ser… Las cosas ya no son como antes… Pero ya lo dijo el pintor Picasso, “moda es lo que pasa de moda” y esta moda del “mal hablar” impuesta por las malas traducciones de programas de computadoras, también pasará y aunque hoy los veamos arrogantes con sus palabras acampanadas, sus frases melenudas, sus adjetivos chillantes, y todo su lenguaje como los zapatos de plataforma para verse más “altos”, pero un día, esos arrogantes volverán a la lengua de Cervantes.
Pero no nomás el lenguaje ya no es como antes, hay muchas cosas que han cambiado, por ejemplo, se quejan ahora de que ya no hay caballeros, pero, ¡mis amigos, para que haya caballeros debe de haber damas… ! Damas y damos han ido desapareciendo… caballeros quedamos ¿o qué, no me ves parecido al caballero de la triste figura? Pero te aseguro que los viejos conservamos caballerosidad.. y de la buena…Porque también en mis tiempos había unos que parecían caballeros pero no tenían caballerosidad… Te voy a contar lo que me confesó mi abuelo. Según él me dijo, que si le daba el lugar de la pared a mi abuela al caminar por las banquetas del pueblo, no era tanto porque así lo dictaran las reglas de la caballerosidad para protegerla de los peligros de la calle, él decía que todo lo hacía porque el pueblo estaba lleno de paredes viejas de adobe que en cualquier rato se podían caer y… “de que me muera yo a que se muera tu abuela…” Así decía mi abuelo y soltaba la risa, pero nunca supe si era en serio o no. Aunque sí me enseñó que había que abrir y cerrar la puerta del carro a las damas… “Nunca dejes que ellas cierren las puertas del carro, porque todas las mujeres son bien brutas, siempre dan bien recio los portazos, así que está atento, no a ellas, sino a las puertas”…
Las cosas ya no son como antes… Me dijo mi abuelo también, que en estos tiempos ya no se necesita arrimarles la silla a las damas cuando se van a sentar,… “en estos tiempos ya enseñan todo y desde lejos se pueden ver las formas de las mujeres. Nosotros les arrimábamos la silla para que sentaran porque era una forma discreta de echarle un vistazo a la retaguardia para ver qué tan buenas esteban. Y ellas como que entendían el juego porque, medio discretas se recogían la enagua para que se figurara bien la… figura… Y luego decían que lo hacían por caballerosidad.. era puro juego de ellos y ellas, pero ya las cosas no son como antes, ya no hay esos juegos tan bonitos”.
Oh, las enseñanzas del abuelo. Ya imagino lo que diría de los nuevos vocablos que inventan los jóvenes de estos tiempos. Y eso que de viejo ya no hablaba mucho, decía que antes tomaba algunos traguitos y se le soltaba la lengua… “… ahora si tomo algún traguito lo que se me suelta son las placas, se me despegan con el alcohol y ya no puedo hablar… jarjar… ni reírme siquiera…. las cosas ya no son como antes”...
Salud y saludos http://www.voyconmihacha.com
voy von mi hacha
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Licenciado me da mucho gusto el poder saludarlo. Hacerle saber que casi siempre leo sus comentarios. Los cuales aparte de ser instructivos son super buenos en todo el sentido de la palabra. Le deseo salud para que siga adelante. Att. Alberto
Gracias por leer, y más por comentar… salud y saludos