Era domingo en la tarde y si el lunes ni las gallinas ponen, el domingo ni mi vieja cocina,.. “no cocino entre semana, ¿y quieres que cocine el domingo? estás …”. No le alego, porque tiene lógica su razonar y rezongar.
Y es que los domingos tienen algo de calma especial que no tienen otros días, esa calma se debe de aprovechar… para ponernos en calma.
Yo aprovecho la calma de los domingos para escribir en paz… así le dije a un camarada cuando me preguntó sorprendido de que no viera fútbol los domingos. “¿Entonces qué hace usted los domingos?” y me dijo que él veía futbol todo el día y que todavía en la noche veía las noticias para ver si lo que había visto, sucedió como lo había visto, porque sin los comentarios de los expertos analistas no está completa “la visión” de un partido de fútbol. Y cuando me preguntó que “¿a poco lo hacen trabajar los domingo… y le pagan por escribir los domingos?”, Su pregunta me dejó un poco pensativo, a lo mejor yo estaba haciendo mal algo que podría hacer mejor, por eso le pregunté que si a él le pagaban por ver fútbol todo el domingo y cuando me respondió con un rápido y hasta burlesco “¡Claro que no!”, me tranquilicé un poco y le dije que estábamos en las mismas, pero que al menos yo aprendía algo y compartía algo a los demás y que a veces en un domingo hago dos o tres artículos para el Aviso… “con decirte que a veces que ando tan inspirado que en la tranquilidad de una tarde dominical he logrado hacer dos de estas columnas y luego las tuerzo juntas y es cuando esta columna sale como las columnotas de Bernini en San Pedro de Roma… Casi creo que de allí salió el dicho “te echaste la dominguera”…. De la misma manera que a veces me echo el mañanero, porque las ideas y la inspiración no tienen horario, no, señor. Y si no las aprovechas cuando se presentan ya no vuelven…… “Es un tormento no estar en condiciones de reproducir con fidelidad lo que con tanta belleza siente uno interiormente. Es una insatisfacción como la que sentiría un mudo que, al tratar de comunicar sus sentimientos a la mujer amada, solo fuese capaz de emitir un monstruoso mugido”. Dijo Konstantín Stanislavski en Mi vida en el arte…. Igualito me pasa cuando ando como loco todo el día, queriendo escribir esa idea brillante que me llegó a deshoras de la madrugada y no la escribí entonces….
¡Pero mira nomás por dónde ando!…. y la historia era que mi vieja no cocina los domingos.
Sucede que el domingo pasado en la tarde, ya cuando iba en camino a comprar la pizza dominguera, decidí cambiar de rumbo y para variar me fui a un lugar de hamburguesa. Como no llevaba la orden lista, llegué viendo el menú iluminado que tienen al público de la gente, con calma porque no había nadie en línea, pero luego luego la cajera que me dice “meiaijelpiu”… Le hice la seña que necesitaba ver el menú, que para eso tienen al frente y bien iluminado. Pero apenas pasaron tres o cinco segundos y otra vez, “meiaijelpiu”… “¿pero cómo me vas a “jelpear” si no sé todavía lo que voy a ordenar? Déjeme ver primero lo que voy a ordenar, porque no estoy seguro…” le dije, y seguí planeado mi orden, pero como le hablé español, de inmediato sentí que volteó a verme “chaparro, moreno y panzón”, como lo ven a uno cuando habla español, aunque este alto, bien parecido y sea todo un galán como yo, pero el caso fue que cuando me acerqué a ordenar, se hizo la disimulada, como que estaba ocupada, al grado que otro muchacho lo notó y se acercó a otra caja y se ofreció a tomar mi orden… a lo mejor esa su superior, porque inmediatamente la vieja notó y también quiso tomar mi orden… !no había más clientes en el fregao lugar…. nadie en fila, nadie esperando…! Le reclamé a la vieja, porque ya no era muchacha…
— “Es que uno tiene que tomar su tiempo, si usted lleva prisa, es su problema, dos veces me dijo que si me podía ayudar y yo le dije que me esperara, y cuando ya estaba listo para ordenar , usted se hace la tonta…”
—¡No me diga tonta!… ¿Va a ordena o no… ?
Reconocí que estaba en su derecho, yo la había regado. Yo tenía todo el derecho de pensar de ella que era tonta y más, pero no tenía derecho a decírselo. De cualquier modo, ¿En qué cabeza cabe que uno va a ordenar en un negocio que tenga esa actitud al frente?… me salí del fregao changarro hamburguesero y espero no volver.
Caray, cada vez se pone más difícil encontrar buen servicio en los negocios, ha bajado la calidad. ¿Será que los clientes somos conformistas y agachones y no pedimos, ni reclamamos buen servicio? No nos piden disculpas, no dicen “sorry”, nada… Nos tratan como desechables, y así seguimos consumiendo … Yo por mi parte, no vuelvo a donde no dan buen servicio…. Hasta me siento culpable porque yo sé que sin mis compras están quebrando muchos negocios de mi barrio… Por culpa mía, claro que también por no anunciarse en El Aviso…. pero también, y eso es lo importante, porque ha bajado la calidad humana, la buena atención, el servicio eficiente y amable y con una sonrisa sincera, no la mueca hipócrita con que te reciben en algunos lados… Y no es mala suerte, a donde vayas puedes encontrar mal servicio. Al mero día siguiente, lunes, me pasó otra….Tenía cita la ñora en un hospital de eso del medicare…. pero se me acabó el papel, luego te cuento…..