No muy, muy seguido, que digamos, pero sí de cuando en cuando me preguntan que si creo en las supersticiones, que qué opino de las supersticiones. Muchas veces noto en el tono y en la mirada del preguntante casi una suplica, como queriendo una respuesta definitiva, que les asegure que no son ciertas las supersticiones, que le asegure que los gatos negros no traen mala suerte ni el pasar por debajo de una escalera, que el viernes 13 no es peor que el sábado 14, y cosas por le estilo… Algunos esperan una explicación definitiva para dejar de creer… o para creer firmemente. Porque si las supersticiones han durado tanto es porque sigue la duda… y es que todos queremos saber, pero casi todos queremos no estudiar.
Te diré lo que yo creo. Toda causa tiene un efecto y todo efecto tiene una causa. Si no se conocen las causas se cae en creer en lo mágico en los sobrenatural… y para muchos decir sobrenatural es una solución fácil, es un decir “me rindo, no entiendo”. Si vemos las cosas a fondo y con naturalidad, no hay nada sobrenatural en el universo, todo es natural… Todo tiene un porqué y un para qué, y todo efecto tuvo una causa… Si no la viste o no la entiendes es por zonzo, pero no hay manos ocultas… Ni nadie en el universo está haciendo trucos para confundirnos o divertirnos, ni siquiera para convertirnos.
Hace cosa de dos años un buen amigo me platicó que un día, mientras cerraba la puerta de su garaje, puso una botella de agua sobre el carro, y cuando volvió a tomar la botella de agua, en cuanto al agarró en al mano, toda el agua se convirtió en hielo, ¡como por arte de magia! ¡En segundos! ¡Puf!
Me miró con desconfianza y con tristeza cuando le dije que no sabía de esos casos, pero ciertamente debería de tener una explicación. Vi en su mirada que no me creía. A los pocos meses me contó otra experiencia un tanto rara y empecé a sospechar que ya estaba pensando que tenía algunos poderes especiales… Mágicos. Aunque los tuviera, le dije que todo tiene una explicación.
A los pocos meses encontré la explicación a por qué el agua cuando se juntan ciertas circunstancias, cuando está a cierta temperatura, con un pequeño movimiento que inicie una burbuja se puede convertir en hielo… hasta en le desierto. Le dije que en youtube había videos… Creo que él prefirió seguir creyendo que era su poder el que convertía el agua en hielo. Le dije que me llamara cuando aprendiera a convertirla en tequila. No me ha llamado… Ya se la ha de haber tomado toda..
Algunas cosas que nos parecen de magia o supersticiones es porque se han desconectado de su origen… ¿quién dice que los indígenas no lograban que lloviera con sus danzas? Porque de que se puede hacer llover se puede. Hace poco que Rusia gastó millones para que no lloviera en el gran desfile de conmemoración del fin de la guerra mundial número 2… y no llovió. ¿Qué tal que danzando toda la tribu en el cerro, entre las nubes con el sudor, la polvareda, los gritos y algo más lograban iniciar una condensación y soltar el agua de las nubes… Ve tú a saber. Aunque bien podría ser que las ceremonias incluyeran otros elementos que se echaron al olvido y solo quedó la danza… mágica. Como quedó el trapo rojo que se les amarra a los árboles cuando hay eclipses, como algo mágico, siendo que la costumbre muy antigua entre los egipcios era que se tapara todo el árbol con tela roja para refracctar la luz mala del eclipse que daña a las plantas, y ahora, por flojos, con un trapito quieren lograr los efectos… Así se hacen los chismes y las magias…. y los sobrenatural también.
Hay que entender que hay muchas cosas que no entendemos … pero no porque no las entendamos ya son cosas de otro mundo, o de otro universo; a los que nos falta entender al universo es a nosotros y mientras no entendamos el universo, el universo tampoco nos entenderá.
Hablemos de tesoros, pero tú no hables, que todos tenemos historias sin fin sobre el tema. Siempre se ha dicho que donde hay dinero enterrado azora. Te voy a decir cómo se hace un azoro… Ya sabes que el sonido se da a base de vibraciones que viajan por el aire y llegan y te pegan en el tímpano y es así como oyes los ruidos, las voces, la música y las mentadas… esas vibraciones, a veces se guardan en las paredes viejas, sobre todo cuando no son lizas como de mármol. En las casa vieja del rancho de la abuela había noches en que la brisa sacaba los ruidos de los adobes y de los rincones y se oían violines y zapateados de otros tiempos…Claro que se asustaba uno, si no había nadie tocando.
Yo no enterré ni desenterré dinero, pero dicen, cuentan y platican que los que enterraban dinero, al tiempo de ir echando paladas de tierra, hacían ruidos arrastrando cadenas, correteando caballos alrededor del pozo y otros ruidos que se guardaban entre la tierra como se graban en una cinta magnetofónica, de modo que cuando alguien removía esa tierra los ruidos salían y se oían… como se oyen cuando… cuando prendes la grabadora… Oír es una cosa, Ver es otra, y una cosa es ver visiones y otra cosa es ver fantasmas. Al desenterrar un tesoro puede ser que las visiones sean porque te pones bien “Jai” con el miedo, la emoción, el azogue y otros vapores de los metales… Para alimentar tu imaginación, le aventaban entre la tierra pedazos de soga que tú las verías como serpientes… y si el azogue es mucho te enazogas y quedas loco o te mueres… Así como se graban los sonidos en la tierra, los fantasmas son imágenes que se grabaron en el aire, en las paredes, en… De alguna manera, las emociones fuertes, las escenas fuertes vuelven a repetirse, pero de eso hablaremos pa’la otra, porque, si todo tiene explicación natural… todavía no me explico cómo se me termina este papel tan rápido todo el tiempo….

Pronto estarán listas las columnatas, digo, Las columnas del Lic. Vidriera en forma de libros