TE LO PASO AL COSTO Por: Ahí Lesvoy

EL CABALLO QUE HABLA…BA

Los romanos decían “intelectus apretatus discurrit” lo que traducido a cristiano sería: en caso de aprietos el cerebro discurre…. Pero habría que añadir: si no se pierde la calma, si no te desesperas…. y te voy a contar una historia, que se ha venido contando de muchas maneras.

Éste era un rey que gobernaba a sus súbditos con rigurosa severidad y saña crueldad. Decir “con mano dura” es poco. Nadie recordaba a un rey tan cruel, tan temible y temido, como el monarca de este cuento. En ningún cuento  ha habido otro igual.
Sucedió que cierto joven provocó la cólera del rey. No le gustaba al rey la forma en que el joven veía a la princesa, y tampoco le gustaba que la princesa le correspondiera las miradas porque el joven era un plebeyo, pero lo que le provocó que el rey lo sentenciara a muerte fue que cierto día en las celebraciones del reino, el joven atrevido se acercó y le regaló un ramo de hermosas rosas a la reina, y una sola rosa a la princesa; con tan mala suerte para el joven que entre las rosas iba una abeja que, en cuanto la reina recibió agradecida las rosas, la abeja voló y le picó al rey en la punta de la nariz….

Nomás por eso el joven estabaen prisión esperando el día de su muerte.
Fueron inútiles los ruegos de la madre del muchacho, quien con sollozos muchas veces le pidió de rodillas al monarca que no le quitara a su hijo, a ese amadísimo fruto de su juventud y esperanza única para su ancianidad. Que el rey también era padre y que pensara en el gran dolor que es perder un hijo… El rey, inconmovible, se negó a oír aquellas súplicas desgarradoras, y ordenó a sus alguaciles que nunca dejaran llegar a su presencia a aquella mujer ni a nadie que viniera a interceder por el muchacho.
Cuando llegó el día en que el infeliz mozo iba a morir, el rey llegó al cadalso a presenciar la ejecución. Ordenó que llevaran al reo frente a él, y todavía esperando burlarse más de él, le preguntó si quería decir sus últimas palabras
−Nada tengo que decir -respondió con tristeza el muchacho-. Lo único que sí siento es que no terminaré de enseñar a hablar a mi caballo, siendo que ya iba muy adelantado en sus lecciones y…
− ¿Qué dices? -preguntó el monarca frunciendo el entrecejo, pero se notaba muy interesado-. ¿Qué quieres decir con eso de enseñar a hablar a tu caballo?
− Sí, Su Majestad -respondió el muchacho como si fuera la cosa más natural-. Estaba a punto de lograr que mi caballo hablara, pero ahora que muero la enseñanza se interrumpirá.
−¿Un caballo que habla? -dijo el rey-. Jamás había oído semejante cosa.
− La verdad es que los caballos pueden hablar si se les enseña a hacerlo, Majestad -dijo el muchacho-. El rey vecino tiene dos caballos que hablan y una yegua que canta muy bien. Yo le ayudé al maestro de ese reino a enseñarlos a hablar.
El rey, frunció la boca, tomó el mentón y se quedó pensando por un momento, viendo fijamente al muchacho, y luego le preguntó:
−¿Crees tú que podrías enseñar a mi caballo a hablar?
−Claro que sí -contestó el mozo-. Aunque el animal tenga poca inteligencia (como el dueño, pensó el muchacho) estoy seguro de que podré enseñarlo hablar, majestad.
−Y ¿cuánto tiempo necesitarías para eso? -preguntó el rey.
−Un añoel-caballo-y-el-muchacho, no más de un año, de seguro -dijo el joven.
−Te concedo ese tiempo -dijo el rey-. Tienes un año de vida, pero si al cabo de un año no logras que mi caballo hable, entonces sí morirás.
Cuando el muchacho regresó a su celda los compañeros prisioneros lo rodearon y uno le preguntó asombrado:
−¿Pero qué invención es ésa del caballo que habla? ¿Hasta dónde crees que vas a llegar con esa mentira? Al final te va a ir peor. De sobra sabes que los caballos no pueden hablar.
−Mira -le explicó el muchacho-. El rey ya me garantizó un año de vida, y en un año pueden pasar ¡muuuuchas cosas! Una, Puede morir el rey, y entonces ya veremos qué pasa. Dos, me puedo morir yo, y se resuelven mis problemas. o Tres…. Qué tal que en una de esas el ménno hay peor luchadigo caballo aprenda a hablar…..

Nunca te rindas. Y nunca pierdas la esperanza, aunque parezca el final… si la garza te está tragando apriétale el pescuezo.

Te lo paso al costo… Puede ser que la historia no sea cierta, pero en un año pueden pasar muchas cosas y… qué tal que se convierta en verdadera………..

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Acerca de licvidriera

Leo, medito, escribo, vivo y escribo en la eternidad
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