LAS ACELGAS.
Un antiguo texto sobre las acelgas
Hállanse dos especies de Acelgas, de las cuales la negra cocida con lentejas es más restrictiva del vientre, y mucho más sus raíces, la blanca le ablanda mucho, pero ambas por la nitrosidad que tienen engendran malos humores: por donde su zumo instilado en las narices con miel y purga la cabeza, y es útil a los dolores de los oídos. El cocimiento de las hojas, y de las raíces, limpia la cabeza de caspa, y de liendres, y mitiga los sabañones si se bañan con él. Aplícanse cómodamente las hojas crudas sobre los alvarazos, pero primero se tienen que fregar con nitro. Asimismo sirven contra la tiña, si se aplican después de haberla bien rascado, y contra las llagas que van paciendo la carne. Las Асеlgas cocidas y puestas sanan las postillas, el fuego de San Antón y semejantemente las quemaduras.
DIOSCÓRIDES Botanista y naturista griego que vivió en el primer siglo de nuestra Era, nació en año 40 y murió en el 90 dC.
El nombre de esta verdura humilde, viene del árabe hispánico assílqa, derivado del árabe clásico silqah, y este a su vez del griego sikelé, que quiere decir ‘la siciliana’, porque en esa isla italiana abundó en un tiempo el cultivo de la planta, que en realidad vino de Asia, pero aún en la actualidad sigue siendo una parte importante de la cocina italiana y mediterránea donde se desarrolló mucho y se regó por el mundo.
Los romanos llamaban bēta a la acelga y de allí le vino el nombre científico de la especie, Beta vulgaris. El nombre de acelga ya aparece en el castellano desde mediados del siglo XIII.
Aunque hoy no son muy apreciadas, las acelgas tienen una larga historia de ser estimadas por sus cualidades nutricionales y medicinales. Tanto los antiguos griegos como los romanos usaban el jugo de acelga como un descongestionante. También le tenían fe a las hojas como un antiácido y laxante.
Se dice que los asirios ya las cultivaban en el año 800 a. C. y hay documentos que prueban que ya en el siglo V a.C. los griegos utilizaban la acelga como un alimento en su dieta. Los romanos las preparaban en sopas junto con otras verduras.
Hay un número de variedades de acelga, algunas de las cuales con tallos de color blanco, amarillo o naranja, mientras que otras tienen tallos rojos, rosados o púrpuras
Antioxidantes.- Especialmente las más coloridas, con nervaduras moradas son uno de los alimentos más ricos en antioxidantes que combaten enfermedades y por lo mismo ayudan en la Prevención del Cáncer.
Ayuda para el Cerebro: La acelga es una valiosa fuente de potasio y vitamina K, los cuales se encuentran en cantidades significativas en el cerebro, y son parte integral de impulso al desarrollo del conocimiento.
Ayuda en la Circulación de la sangre y anemia: El hierro y el cobre son los dos elementos esenciales de las células rojas de la sangre, sin esos dos minerales, las personas pueden desarrollar anemia, que se manifiesta como debilidad, fatiga, trastornos del estómago, y la falta de concentración. Teniendo suficientes células rojas en la sangre por comer alimentos como las acelgas, hay buena circulación y suficiente oxigenación de los órganos esenciales del cuerpo, buena salud en general. La vitamina K que contiene promueve la coagulación sanguínea y evita exceso de hematomas y sangrado.
Ayudan en la Presión Arterial y la Salud del Corazón: Los antioxidantes antiinflamatorios y fitonutrientes que se encuentran en las acelgas, junto con el potasio, contribuyen a reducir la presión arterial y el estrés sobre el sistema cardiovascular. También protegen las acelgas de enfermedades como la arteriosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebro-vasculares.
Regulan el Azúcar en la Sangre: Si usted está en riesgo de diabetes o han sido diagnosticados con diabetes, usted debe comer más verduras verdes de hoja como la acelga.
Las acelgas ayudan también a la Salud del pelo, a la Salud Ocular y a la Salud ósea.
ALGUNOS REMEDIOS CON ACELGAS.-
Para el dolor de oído: Se lavan las acelgas, se machacan y del jugo obtenido se vierten, con un cuentagotas, unas gotas en el conducto auditivo. No usar este remedio en caso de tímpano perforado.
Para el estreñimiento: Hervir 2 cucharadas de hojas de acelga en una taza de agua por 5 minutos. Beber una taza todos los días antes de dormir.
Para orzuelo. (Inflamación en el borde de los párpados) Lavar una hoja de acelga y después de calentarla, con un poco de agua, por unos 5 minutos. Cuando esté templada, se aplica la hoja de forma directa sobre el área afectada, con los párpados cerrados. Repetir la operación tres veces al día hasta que desaparezcan los orzuelos.
Para las hemorroide: Se lava un manojo de acelgas, se ponen en el refrigerador y, cuando estén bien frías, aplicar varias hojas sobre la zona afectada (hemorroides externas). Se hace el remedio varias veces al día.
Para la anemia. Preparar un té de hojas de acelga finamente cortadas en un litro de agua y se toman diariamente tres vasos medianos.
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