El 13 de abril pasado, Estados Unidos lanzó la bomba GBU-43, supuestamente la mayor no nuclear del arsenal estadounidense, conocida como “la madre de todas las bombas”, pero inmediatamente, al día siguiente, los medios rusos recordaron al mundo que Moscú guarda en sus arsenales al “padre”, un proyectil cuatro veces más potente que el que lanzó Estados Unidos a las montañas de Afganistán. A principio se dijo que había matado 36, yo pregunté ¿Montañas? y se rieron de mí, porque 36 muertos (después dijeron que habían sido más) para tan grande explosión, tan grande gasto y tan grande propaganda… aunque soy pacifista 99%, se me hacían poco muertos, pero cualquier muerto son muchos… Lo que debería de sorprendernos, y no nos sorprende ya más, es ese afán por construir armas cada vez más potentes… ¿será que van de acuerdo al aumento de población en el mundo?
Y hasta tomamos las cosas a la ligera. “Niños, conozcan al padre”, dijo en broma un sitio de noticias ruso cuando se supo de la explosión de “la madre de las bombas” en Afganistán.
Bomba Aérea de Vacío de Potencia Aumentada (AVBPM, por sus siglas en ruso), así se llama la bomba rusa, que desde 2007 dijo el gobierno de Rusia haber probado.
Su capacidad destructiva es cuatro veces superior a la estadounidense y clama ser la bomba convencional (no nuclear) más potente que exista en el planeta.
Aunque todo lo que se sabe de esta bomba es a base de información confidencial, no oficial, se sabe que se trata de una bomba termobárica.
Se llama “bomba termobárica” por el tipo de reacción a alta temperatura que tiene.
Fue probada con éxito en 2007, cuando fue lanzada desde un bombardero estratégico Tu-160, y arrasó por completo un bloque de apartamentos, con un poder destructivo nunca visto antes en una bomba que no fuera nuclear.
Es una bomba de un peso más ligero que la GBU-43/B americana, pero tiene una potencia de explosión cuatro veces mayor que el monstruo estadounidense, equivalente a 44 toneladas de TNT, debido al amplio empleo que hace de los últimos adelantos en nanotecnología.
“Los resultados de las pruebas del proyectil demuestran que su eficiencia y capacidad se asemeja a la de una cabeza nuclear, pero se señala, ojalá sea cierto, que no tiene ningún efecto contaminante para el medio ambiente, a diferencia de lo que ocurre con las armas atómicas. Eso según dijo en 2007 el jefe de personal adjunto de las Fuerzas Armadas rusas, general Alexánder Rukshin.
La bomba está principalmente destinada a liquidar complejos de cuevas y túneles subterráneos utilizados como escondite por grupos terroristas. Casi en la misma forma en que fue usada la americana GBU-43, “madre de las bombas” en Afganistán.
Para describir el poder destructivo de la bomba rusa, el general ruso Rushkin señaló que “todo ser vivo es literalmente vaporizado”.
Si la bomba americana en 200 metros a la redonda, puede derribar estructuras no fortificadas, como el concreto simple, y su onda de choque incluso puede quebrar cristales a 1.1 km, y hasta golpear a una persona a 2.3 km, hagamos cuentas de lo que podrá hacer la bomba rusa cuatro veces más potente…. Y el problema es que no para allí la cosa… de seguro , en estos mismos momentos “científicos” de todo el mundo están investigando y estudiando la forma de hacer esas bombas más potentes y hacer otras nuevas, porque parece que nos hemos propuesto acabar con esta humanidad a como dé lugar, y por lo visto no vamos a descansar hasta que no lo logremos…
Pero no te asustes más de lo necesario, que yo nomás te lo estoy pasando al costo
NOTA: A los pocos días de la explosión, periodistas visitaron el sitio y no encontraron gran devastación. Los lugareños lo que temen ahora son las represalias de los talibanes.