CONSOLACIÓN A DON QUIJOTE
No estés triste, don Quijote,
no estés triste, caballero,
son ironías de la vida
que jamás comprenderemos.
Tantas batallas sangrientas.
Tantas noches de desvelos,
desfaciendo los agravios
y enderezando entuertos
y hoy que estás cansado y viejo
tuviste que darte cuenta
que los feroces gigantes
eran molinos de viento,
los ejércitos rebaños
y la princesa cautiva
algún escribano viejo.
No tenías por qué saber
Que Dulcinea del Toboso,
la princesa de tus sueños
era sólo una labriega
con cebolla en el aliento.
No estés triste, don Quijote.
No estés triste, Caballero,
son ironías de la vida
que jamás comprenderemos.
No estés triste, don Quijote,
que como tú, otros iremos
luchando a brazo partido
contra molinos de viento
y encontraremos princesas,
como tú, entre los barbechos.
No estés triste, don Quijote.
No reniegues, Caballero.
Son ironías de la vida
que jamás comprenderemos.
Lic. Vidriera:
Estupendo el poema de «Consolación a Don Quijote».
Siendo de su cosecha…¡Doble Felicitación!
Gracias, Doc. Valioso comentario viniendo de tu persona. Salud y saludos.