DICHOS Y REFRANES… Dios aprieta………….

«Dios aprieta, pero no ahoga»

Dios aprieta, pero no ahorca dicen también…

Se usa esta frase como una especie de consuelo para quienes se encuentran en una situación muy problemática a fin de que no desesperen.
“No te preocupes. Ya verás que el sábado le pego al lotto y saldremos de todas las deudas. Dios aprieta pero no ahorca”. Siendo Dios quien dispone el destino humano, las situaciones pueden ser complicadas, pero no definitivas… aunque a veces dan ganas de decir: de una vez aprieta más o suéltame…. porque, como les digo yo a los que me quieren consolar con el dicho “Dios aprieta pero no ahorca”«de acuerdo, pero siendo Dios, también puede ahorcar sin apretar… ¿o qué?»

Así que lo mejor es “A Dios rogando y con el mazo dando” O sea, es bueno confiar en que Dios no nos ahorcará, pero no por eso hay que permanecer pasivos, aparte de implorar y esperar, hay que buscar la forma de salir de los aprietos… porque si Dios no ahoga, sí hay quien se ahogue en un vaso de agua……..

 

HUMORADA

Ese fregao Trump con sus deportaciones ha causado daños inimaginables.

Me contaron el caso de Irene Brown que ya tenía mucho tiempo por acá en Los Ángeles, donde casó con Richard White, y vivían una vida mas o menos comoda.

Ella se quedaba en casa mientras Richard trabajaba en la construcción, pero para no hacer el cuento largo, un día los agarró la migra y se descubrió que Irene Brown era Irene Moreno y Richard White era Ricardo Blanco y no vivía en Guadalajara sino en un rancho y allá fueron a dar, por lo menos mientras buscaban la forma de coyotear el regreso a California.
Para colmo de males la pobre de Irene no sabía nada de rancho y cometía error sobre error. Por ejemplo, seguido cuando tendía su ropa a secar caía un aguacero… Pero notó que su vecina, doña Bonifacia, nunca ponía su ropa a secar en días que llovía. Le preguntó cómo sabía si iba a llover o no. La mujer le reveló el secreto: cada mañana revisaba a su marido. Si tenía ‘su parte de varón’ caída hacia la izquierda es que iba a llover. Entonces no sacaba ropa a tender. Si la cosa colgaba hacia la derecha era seña de que aquel día iba ser de sol, y entonces tendía la ropa.
“¿Y si no la tiene caída?”, preguntó Irene.
Ah, muchacha, -Replicó doña Bonifacia- pero qué pregunta tan pen… Si no la tiene caída, ¡pos es día no lavo!!!!.

Anuncio publicitario

Acerca de licvidriera

Leo, medito, escribo, vivo y escribo en la eternidad
Esta entrada fue publicada en dichos y refranes. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s