El azúcar y yo hemos sido amigos desde la infancia, bueno, de la infancia mía, porque de la azúcar cristalizada obtenida de la caña se empezó a hablar desde hace siglos. Se sabe que habló del azúcar Plinio, el naturista romano, aquel que murió el año 79 cuando andaba viendo las explosiones del Vesubio que enterraron a Pompeya, este autor opinaba que el azúcar provenía de la Arabia, pero daba la preferencia al azúcar indio, al que llamaba “miel sacada de las cañas”. Tal vez por ese tiempo ya se habría descubierto la cristalización que hizo más fácil el transporte del azúcar. De hecho, Estrabón, viajero e historiador griego que nació unos 60 años de esta era y murió como el año 20 de la era moderna, dice del azúcar que en estado sólido se asemeja a la sal.
La caña de azúcar se introdujo en Sicilia en 1148 y poco después en España… y de allí pasó a América.
El caso es que, por ser muy amigo yo de la azúcar, me siento mal cuando mal hablan de ella, porque yo sé que no es tan mala como la presentan algunos… Yo me acuerdo cuando nuestra política con los países cafetaleros no andaba en buenos términos, también se decía que el café era malo, que hacía daño para muchas cosas. Ahora que las cosas cambiaron en política, el café es bueno y saludable… Así espero que cuando nos hagamos amigos de verdad de los países azucareros dejen de hablar tan mal de mi amiga la azucarada azúcar. Mientras que eso sucede, aquí te voy a dejar algunas muestras de las bondades del azúcar…
Empecemos con la caña…Unos cien gramos de cañutos sin cáscara, hervidos en un litro de agua, hasta reducir el cocimiento a dos terceras partes, calma los resfriados, la tos, y ablanda los tumores y abscesos.
Comer caña asada ayuda contra la ictericia (cuando se te pone la piel amarilla) y cuando se tienen dolores de riñones.
Los jugos de la caña de azúcar ayudan contra los síntomas de la disentería. Hay más remedios con caña de azúcar, estos que sean botón de muestra….
Si se quema caña de azúcar en las habitaciones de los enfermos, produce una transpiración suave al mismo tiempo que elimina los malos olores. Y eso no es nuevo, quemar azúcar para sanear una atmósfera viciada es una práctica muy antigua y da resultados excelentes. Aunque por ahí quedó un dicho folklórico “Con azúcar es peor”, lo que hace indicar que quemar azúcar no mata toda clase d eolores. Sin embargo, es cosa averiguada, en efecto, que cuando se arroja sobre unas brasas un puñado de azúcar se forma inmediatamente un gas, el aldehído metílico o fórmico, cuyas propiedades antisépticas son más poderosas, tres o cuatro veces m[as, que las del ácido fénico.
Oh, antes que se me olvide, para acabar con esos terribles síntomas de embriaguez, basta con comer unos terrones de azúcar.
Otro gran beneficio, y ya se está usando cada vez más, es usar azúcar para desinfectar heridas, absorbe la humedad y con eso evita la proliferación de las bacterias.
Parece que no solo desinfecta, sino que acelera la cicatrización y por su efecto bactericida es muy utilizada en diferentes remedios caseros.
LUEGO VINO EL ALGODÓN DE AZÚCAR.- Se conserva una receta de 1773 para hacer hilos de azúcar para hacer nidos de azúcar para adornar pasteles, etc. Luego en 1897 se patentizó una máquina de algodón de azúcar, ese que se vende en las ferias, como se vendió en la Exposición Universal de San Louis Mo, en 1904 donde presentaron su máquina los inventores
Pero hoy, científicos de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, están utilizando máquinas de algodón de azúcar para desarrollar células, como parte de un programa para crear tejidos artificiales, con muy buenos resultados…. No, no usan azúcar, que yo sepa, usan la máquina…el proceso.
Un problema con los geles actualmente empleados por los científicos que trabajan en este campo de los tejidos artificiales es que estos geles no siempre son lo suficientemente porosos, por lo que las células no pueden poblarlos.
Pero el equipo de la Unversiad de Vanderbilt utiliza su máquina, como las de hacer algodón de azúcar, para hacer girar una nube de polímeros incrustados en un gel y después hace que estos se disuelvan, dejando atrás una intrincada red de vasos.
Y el 90 por ciento de las células que se crearon en esta estructura siguen vivas una semana más tarde, comparado con una tasa de sobrevivencia de entre el 60% y el 70% para los geles sin vaso… Esto me parece tan enredado como un algodón de azúcar, pero los que entienden dicen que es un buen logro, gracias a la máquina, y al azúcar, ya que por el azú car se inventó…
Como ves, no es tan mala la azúcar…. pero yo nomás te lo estoy pasando al costo…..