Ya te habrás fijado que en inglés hay muchas palabras que empiezan con PH y que se pronuncia como la F en español, y esas palabras, casi todas, son muy fáciles de traducir, porque casi todas pasaron del griego, o del latín, tanto al español como al inglés. Algunos ejemplos serían: Phosphorus, fósforo; elephant, elefante; Phobia, fobia; Philosopher, filósofo; telephone, teléfono; pharmacy, farmacia; phrase, frase; geography, geografía; paragraph, párrafo; photograph, fotografía; physical, físico… y muchas más.
Lo curioso es que muchas de esas palabras, también en español se escribían con Ph en lugar de f. Hasta que a alguien se le ocurrió cambiar PH por F. Lo cual estuvo bien por un lado pero por otro no, porque los signos alfabéticos F y PH no son equivalentes, como muchas personas suponen, aun cuando en muchas lenguas tengan el mismo sonido. La letra griega fi, procedía de la labial aspirada pha del alfabeto sánscrito, y no debe confundirse con nuestra f, cuyo sonido no se conoce en sánscrito. Los latinos, al llevar la fi griega a su abecedario, la representaron por la combinación ph, y al mismo tiempo inventaron otra consonante aspirada, la f. Ambas letras parecían iguales en el sonido, pero no lo eran: la F tenía un sonido aspirado dental, mientras la aspiración de la PH era puramente labial. Prueba de que la pronunciación era distinta, la tenemos en que los mismos latinos, mientras delante de PH ponían M, como symphoniam y amphibius, delante de F escribían N, como en confíteor, confusio. En el español no no se sigue mucho la ortografía etimológica y realmente no habría ninguna razón para traducir la fi griega por f y no por cualquier letra labial; aunque hacemos “filosofía” de Philosophia y “anfibio” de amphibius. también hacemos cosas raras como “diptongo” de diphthongun y “rábano” de raphanum.
Lo mejor hubiera sido conservar la combinación ph tal como existía en latín, y no traducirla en cada caso de un modo diferente, lo que muchas veces dificulta averiguar el origen y formación de algunas palabras.
Hasta el siglo XIX en la lengua española había dos sonidos muy parecidos, para muchos eran iguales, el de la letra “F” y el sonido de lo que llamamos dígrafo (dos letras) “PH”. Las dos convivían en el idioma español, porque así nos llegaron de los romanos en el latín, que escribían con “ph” las palabras de origen griego y con ‘f’ las palabras del latín.
Así se usaron en el español la F y PH hasta el 1803.
Hasta entonces, lo que hoy es fantasía se escribía phantasía. Faraón, era Pharaón, falange, como la del dedo se escribía phalange, etc. bueno, hasta frases, como las que aquí escribimos, se escribía phrases.
La primera ortografía que publicó la Academia de la Lengua Española salió a luz en 1741, ya habían pasado 28 años de que se había creado la Academia…. por algo duraron mucho para salir con unas reglas de ortografía, no es fácil hacer cambios… por eso, en esa primera Ortografía de la academia el título estaba escrito como “Ortographia Española”. Sí, con PH, no es error, estaba bien escrito entonces.
Ya cuando en 1754 apareció la segunda edición del manual de ortografía ya venía sin PH, se llamaba “Ortografía de la lengua castellana”, Allí se explicaba que “La Ph que tienen algunas voces tomadas del Hebreo, ó del Griego, se debe omitir en Castellano, sustituyéndose en su lugar la F que tiene la misma pronunciación, y es una de las letras propias de nuestra Lengua, á excepción de algunos nombres propios, ó facultativos, en que hay uso común y constante de escribirlos con la Ph de su origen, como Pharaon, Joseph, Pharmacopea”,
Pero 49 años después, en 1804, cuando en la cuarta edición del Diccionario de la Real Academia Española (RAE) se optó por quitar completamente la PH y sustituirla por la F
Otras “letras” dobles como ‘th’, que se empleaba en palabras como theatro, o ‘rh’, que se usaba por ejemplo en al vocablo rheuma, ya habían sido eliminadas a finales del siglo XVIII. Poco después fue eliminada ‘Ch’ que se usaba en Christo, (como se usa en inglés Christmas).
Todo cambia dijo Heráclito el griego, y la ortografía está incluida en ese todo cambiante… Mientras tanto hay que tratar de entendernos con la ortografía que tenemos ahora….
Pues, querido Licenciado, yo estoy convencida de que Raphael consideraba la «ph» como el colmo de la modernidad. Un abrazo.
No lo dudo ni tantito. Lo que no sabremos con certeza es si al cambiar de Rafael a Raphael pensaría que estaba inventado una usanza nueva, o si sabría que estaba reviviendo una usanza antigua. Gracias por leer.
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