El diablo no pierde su tiempo apareciéndosele a alguien que ni lo reconoce o que ni sabe que existe….o que de plano no le tiene miedo, porque sí hay quienes ni al diablo le tienen miedo. Pero el diablo sabe mucho por ser diablo, y sabe más por viejo, por eso, sabe bien a quién aparecérsele y a quién no, a quién le puede sacar provecho y con quién solo va a perder su tiempo…
Entre otras cosas, el dicho se refiere a que los malos saben escoger a sus presas, a sus víctimas… Casi siempre será el poderoso que se aprovecha del débil, rara vez verás a un poderoso aprovechándose de otro poderoso, siempre es un listo fregando a un tonto, (aquí podría darse el caso de un pobre listo fregando a un rico tonto) pero por lo general es un rico fregando a un pobre, un fuerte fregando a un débil… Los malvados, en general, siempre buscan a las personas más vulnerables para abusar de ellas.
–«Después de andar un año rodando, ya volvió Anacleto con la Juana, después de que tanto la golpeaba y la dejó abandonada, le tuvo lástima y lo recibió de nuevo. No, si te digo que bien sabe el diablo a quién se le aparece, no se halló otra más buena»
–«O más mensa, dirás»
Otro dicho parecido es. “bien sabe la zorra en qué palo se encarama” y otro más rebuscado, “bien sabe la espina en dónde puede encajarse”