Dichos y refranes… «pintarle un cuatro…»

«Pintarle un cuatro»

“Hacerse la pinta” y “pintar un venado” se usan para decir que se escaparon y no fueron a la escuela…

 “Le pinté un cuatro al coyote y me fui para la sierra” dice una canción del mexicano José Alfredo Jiménez…. Pintar un cuatro se usa para decir que le hizo el signo de la cruz al muerto, porque en el caso de la canción el “Coyote” era el apodo de un bandido, al que mató el fulano, le hizo la señal de la cruz y se “pintó para sierra”, porque “pintitos son más bonitos” decimos en situaciones en que lo mejor es huir, escapar, “pintarse”, desaparecerse…. Así que pintarle un cuatro a alguien es echarle una bendición a la carrera…

Había la creencia de que a un muerto, aunque tú lo hubieras matado, había que voltearlo boca abajo y echarle una bendición para que no te persiguiera… aunque fueran como los signos de la cruz mal hechos que hacía Tuco en la película El bueno el malo y el feo………..

HUMORADA

El día temido llegó. Don Pancho y Doña Natalia están ante el pretendiente de su única hija. El Joven novio acaba de obtener su título de abogado y ya cree que está listo para casarse…
Nomás al puro ver, Don Pancho, hombre experimentado, jefe de varias empresas y con cientos de empleados, se da cuenta de que el muchacho está “muy verde”.
–«Yo creo, Inocencio que antes de casarte deberías practicar por lo menos un año».
El joven galán, no entendió que el suegro se refería practicar abogacía, se dirigió a la muchacha, ahí presente y le contestó. «Ya hemos estado practicando casi dos años, ¿verdad, mi amor?»…
Don Pancho nomás movió la cabeza y doña Natalia sofocó una risa…
Crees, muchacho que conseguirás un trabajo que te dé lo suficiente para mantener a mi hija?
“De momento no tengo un techo qué brindarle, pero Dios proveerá”.

Y siguió don Pancho:

–“¿Y qué piensas hacer si tienen hijos?”.

–La mera verdad no lo sé -confesó el novio-, pero estoy seguro de que Dios proveerá”.

Don Pancho le dijo al joven luego le daría la respuesta.

Esa misma noche doña Natalia le preguntó a su esposo qué le había parecido el pretendiente. Dijo Pancho:

“Es pobre hasta el colmo y tonto hasta el copete, pero con todo y eso, me cayó bien: ¡cree que yo soy Dios!

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Acerca de licvidriera

Leo, medito, escribo, vivo y escribo en la eternidad
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