El primer trasplante de órganos de donante vivo que se llevó a cabo con éxito se practicó en 1954 en Boston, cuando un gemelo idéntico donó uno de sus riñones a su hermano, cuyos dos riñones habían fallado. Se dice, aunque muchos tengan miedo intentarlo, que podemos sobrevivir perfectamente con un riñón, un pulmón, uno de los dos lóbulos del hígado y sin una parte del páncreas o de los intestinos. Siendo el hígado el único de todos estos órganos que puede volver a crecer hasta casi recuperar el tamaño original.
De todos los órganos el corazón era intocable. Hasta 1896 se decía que era imposible operar el corazón, si alguien recibía una bala y seguía viviendo, no se intentaba siquiera retirar la bala… Pero ese mismo año de 1896, el cirujano alemán, Ludwig Rehn (1849-1930), operó con éxito la cámara izquierda del corazón de un joven que había sido apuñalado en el tórax. Fue la primera vez que un cirujano operaba un corazón, y que el paciente sobrevivía, pero ni Rehn ni nadie más se atrevieron a probarlo otra vez. Casi hasta 1967 cuando el doctor sudafricano Christiaan Barnard (1922-2001) hizo el primer trasplante de corazón en Ciudad del Cabo, aunque su paciente solo sobrevivió dieciocho, seguirían más trasplantes exitosos de corazón.
Hoy en día dos tercios de los pacientes con trasplante de corazón sobreviven más de cinco años. Y Tony Huesman, un vendedor de artículos deportivos de Dayton (Ohio), vivió durante treinta y un años con un corazón trasplantado, hasta que falleció de cáncer a los cincuenta y un años de edad, en 2009.
Pero la ciencia ha ido más lejos. En 1987. El cardiocirujano Magdi Yacoub, ahora profesor sir Magdi Yacoub, llevó a cabo en Inglaterra el primer «trasplante dominó», como se les llama, que un donante vivo dé su corazón a alguien, a cambio de recibir un corazón y dos pulmones de un donante fallecido.
Posteriormente, en Estados Unidos, un enfermo de fibrosis cística, llamado Clinton House, se convirtió en el primer donante estadounidense de un corazón vivo. Se lo donó a John Couch, a cambio, Clinton House recibió un corazón y dos pulmones nuevos de la víctima sin identificar de un accidente de tráfico.