Usa tu espacio, pero respeta el espacio de los demás… Comparte el espacio de todos…
Hace unos días viaje al pueblo y tuve que volar para llegar y regresar a tiempo. Varias veces me ha tocado en el avión que en asiento de atrás viajan niños, de esos que cuando no patean el respaldo de tu asiento se cuelgan de él…no culpo a los niños, porque tú volteas a ver si los mayores les dicen algo, pero casi nunca consigue resultados y así se te alarga el camino… que solo se puede acortar con una buena lectura o con un buen sueño, pero para eso se necesita que los demás pasajeros cooperen.
Este vez no fueron niños, fue un grupo de unos 8 jóvenes, parecían cuatro parejas… que se adueñaron del espacio de atrás del avión donde yo viajaba y para ellos los demás pasajeros no importábamos, como si no existiéramos. Uno golpeaba el respaldo de mi asiento, otro le gritaba a Mónica que le aventar un chicle, los otros reían con ganas de que todos los escucháramos… En fin, creo que algo parecido te habrá pasado, cuando no hay tosidos, carraspeadas ni miradas que los detengan.
Estos muchachos en el avión me hicieron recordar mis tiempos de estudiante en Guadalajara, cuando me molestaban algunos grupillos de turistas que se apoderaban del camión urbano con sus ruidos y sus risas estrepitosas, sin importarles que algún viejo dormitara ni que yo y algunos otros tratáramos de leer. El espacio era de ellos, los demás no importaban…. Aunque eran los tiempos de fue “Fuera yanqui” y “Gringos no, gringas sí”, debo decir que había también turistas muy respetuosos de los demás y del espacio de los demás.
Esto de respetar el espacio de los demás significa mucho más que respetar el espacio físico. Significa entender algo de la vida, algo del mundo, algo del SER…del existir. Entender que el mundo es de todos y que todos tenemos el mismo derecho a estar en el mundo y las mismas obligaciones para con el mundo-universo y para con los demás, a quienes les debemos de respetar sobre todas las cosas su derecho a ser felices.
Resulta maravilloso imaginar lo que sería de este mundo si los hombres supiéramos respetar el espacio de los demás, si los hombres supiéramos ocupar nuestro espacio y si supiéramos compartir y convivir con todos los demás seres que aquí y ahora existen con nosotros. ¿Te imaginas lo que sería el mundo sin invasiones, sin conquistas, sin destrucciones, sin robos de recursos, sin genocidios, sin razas superiores…?
¿Te imaginas lo que se podría lograr si todos creyéramos que ese mundo es posible e hiciéramos algo por lograrlo?
Creo que ya estoy delirando o chocheando… porque no hay que ir tan lejos ni soñar tanto. Un remedio simple para que la vida en el mundo mejore y todos vivamos más felices sería que tú te respetes a ti mismo, no dejando que otras gentes se metan en tus cosas ni tú te metas en cosas que no te importan..¡simple! Siente que tienes derecho a vivir en el mundo y exige que se te respete ese derecho, al mismo tiempo que lo reconoces para los demás… Tolerancia, convivencia entre humanos, entre racionales… llámale como gustes y quieras pero por allí empieza la cosa… Siéntete dueño del mundo, pero entiende que todos los demás también lo son, si quieres que te respeten como dueño del mundo, respeta a los demás como dueños del mundo también… No seas como esos que se abren de piernas o de patas en el asiento del camión incomodando a los vecinos porque les invaden, les roban su espacio… Queramos o no queramos, tenemos que respirar el mismo aire, beber la misma agua… caminar por las mismas calles y hasta trabajar en el mismo edificio… No llenes la calle con tus ruidos, por más que a ti te gusten ¡bájale el volumen! No llenes el mundo con tus olores que tiene que oler los demás, no llenes el mundo con tus cosas, deja campo para los demás.. . Es tan sencillo
Nada menos hace rato fui a comprar una bolsita de tabaco para revolverle al poleo y a la yerbabuena de la pipa. Por allá cada mes compro tabaco, pero esta vez, un señora que seguía en la fila cuando vio que la cajera me dio el tabaco me empezó a decir que para qué fumaba tanto, que si no sabía que el tabaco me iba a matar… Yo le quise hacer al chistoso y le dije que era para parecerme a Einstein y para pintarme los bigotes de amarillo porque ya no agarraban el negro…ella siguió molesta tratándome casi como de criminal. Yo le dije que no hiciera corajes en balde, que eso también hacía daño a la salud; pero ya llevaba vuelo y siguió medio insultando… Cuando dicen “Le dijo hasta de qué se iba a morir” quieren decir que le dijo madre y media, esta señora no solo me dijo de qué iba a morir, me dijo dónde me iban a sepultar y que no me iban a llorar, y muchas cosas más…. me mandó al infierno, y sólo por una bolsita de tabaco …sea por Dios.
Le aguanté porque andaba de buenas y porque luego luego la señora me gustó para esta Columna.
Cuando terminé de pagar le dije:
̶ “El tabaco es malo, pero hay algo que hace más daño y mata más gente y nadie hace nada por evitarlo”.
Cayó la vieja… señora en la trampa y me preguntó
̶ “¿Qué?”.
̶ “Meterse uno en asuntos que no le importan”….
Le dije y me fui con un paso medio cantinflesco, pero de reojo alcancé a ver que la dejé roja de coraje lanzándome serpientes y culebras con los ojos, mientras la cajera trataba de ocultar una sonrisa.
Por allí se puede empezar. No te meterse uno donde no lo llaman, ni en cosas que no te importan. Respétate y respeta. No invadas el espacio de los demás, pero no dejes que invadan tu espacio. De esa manera todos podemos vivir en paz… Todos podemos viajar tranquilos en el avión de la vida, que el viaje ya tiene sus turbulencias naturales y no necesita que los demás lo hagan molesto.
Si todos nos comportamos con respeto a los demás en la casa, en la calle, en el entorno de trabajo, en la vida en general…Verás que vivirás más a gusto y dejarás vivir más a gusto a los demás. Salud!!!!!!!!