¿Será vanidad dejar una huella tras de sí, cuando la habrá de borrar quien venga detrás de ti? te pregunto… y creo que sí.
Y como todas las vanidades, ésta también es una vanidad tonta. Ya estás viejo para andar preocupándote por el qué dirán.. y luego por el qué dirán cuando ya no estés. Preocuparte por el qué dirán mientras vivas puede que tenga algo de sentido, aunque no deja de tener algo de vanidad, pero, a estas alturas preocuparte por el qué dirán cuando ya no estés es perder un tiempo muy valioso que puedes aprovechar en otras… en otras preocupaciones.
Para hacerse una buena imagen se empieza a tiempo, desde temprana edad, y no se requiere mucho, basta con ser una buena persona… toda tu vida.
Si fuiste ruin toda tu vida y ahora que ves acercarse rápidamente el final quieres cambiar tu imagen por la de una buena persona, perdona que sea yo el que desilusione, pero no lo lograrás, por lo menos no completamente.
Sin embargo, aunque sea al final haz algo por llevarte algo bueno para tu otra vida, y lo mejor que puedes llevarte es una persona mejor de como fuiste toda tu vida…
Lo primero que debes hacer es reconocer tus errores, todos los errores de tu vida, reconocerlos con sinceridad, sin falsas excusas, eso te dará un poco de tranquilidad y serenidad.
Una vez que reconozcas tus errores pasados, perdónate, ya no te juzgues ni te castigues.
Y lo más importante, una vez que te hayas perdonado tú, perdona a los que creas que te han hecho daño y pide perdón a los que ofendiste y dañado con palabras, actos u omisión…. ¡Ah, qué ligero te vas a sentir! te aseguro que ya no te costará tanto trabajo despedirte de esta vida… Haz la prueba, aunque no te mueras luego… nomás para que veas lo que se siente… reconocer errores, perdonar y pedir perdón…. Con eso dejarás la buena imagen que quieres dejar, con eso dejarás huella, y con eso te llevarás un valioso tesoro para empezar la nueva vida.
Así como las cosas materiales que para ti tienen tanto valor, acabarán barateadas en una venta de garaje, o en la basura… el negocio que tanto esferzo te costó, pornto lo vederán tu sherederos; los edificios que hiciste, nomás están esperando que te mueras para tumbarlos y hacerlos a su gusto…….Así también esa huella de gran persona que quieres dejar será pronto olvidada, borrada. Por eso te digo: Cuida tus pies.. y hasta tus huarachez, pero no cuides la huella, o lo que es lo mismo: Preocúpate más por ser una buena persona, y no tanto porque se diga que eres o fuiste una buena persona, porque es el ser el que te da verdadera felicidad; lo que digan los demás solo alimenta bajos instintos… y la vanidad de los difuntos es la peor vanidad……..
Que el pesimismo mata y el optimismo reaviva es algo que se entiende a simple vista, por mal que andes mal de la vista.
Que el cuerpo no envejezca es algo muy difícil de evitar… se puede hacer un poco más lento el envejecimiento, pero evitarlo nomás no. Sin embargo, si el cuerpo se vuelve lento, como que la mente si se puede mantener activa, viva, por más tiempo…y hasta parece que algunos en la vejez es cuando se vuelven más activos mentalmente…
Se puede ser lento de movimientos corporales, pero tener rapidez mental, podrás no tener reflejos en el cuerpo pero sí en la mente. Por eso la mente es clave para un buen envejecimiento. Mantenerte siempre positivo, siempre optimista te ayudará. Se dice, y es de creer, que las personas depresivas, pesimistas, sufren una tasa de mortalidad mayor que los optimistas.
Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard apuntaba recientemente que los optimistas tienen más posibilidad de sobrevivir a un infarto de miocardio y se recuperan más rápidamente en la enfermedad coronaria que los pesimistas. Además, la depresión, el pesimismo y los sentimientos de soledad son anunciantes y predecesores de enfermedad, mortalidad y hasta de suicidio. Como dice la canción: “Nada cuesta morirse cuando el alma anda herida” Cuando estás deprimido, triste, cuando no ves solución a los problemas, tu cuerpo reacciona dejando de tener vitalidad… hasta que muere.
Si morirte es lo que quieres, ese ya es asunto tuyo, cada quien tiene derecho a decir.. “Consumatus est… mi labor en el mundo está terminada, no puedo hacer más por los demás ni puedo hacer más por mí mismo” Es cuando el sabio que ha vivido una vida plena y fructífera se despide con gracia y agradecido… ese es el optimista…. Muy diferente al amargado, deprimido que se despide del mundo renegando y enojado…
El ser optimista te ayuda a vivir y te ayuda a morir. De ninguna de las dos cosas te escapas: cuando estés vivo tienes que vivir, y cuando te llegue la muerte tienes que morir. Tú puedes elegir entre vivir triste, amargado y pesimista, o vivir alegre, positivo, optimista… y morir satisfecho.
Como dijo Ramón y Cajal: “La alegría es el único garante de la salud y la longevidad”. La elección es tuya… y te la dejo de tarea.
HISTORIA DE UN VIEJO Era un viejo, Era un viejo que tenía el pelo blanco y los ojos cansados. Era un viejo que recorrió caminos y se quedó sin pasos. Era un viejo sentado en las mañanas soñando recuerdos. Era un viejo que tuvo mucho hijos y en las horas de siesta espera en vano una caricia tierna de una pequeña mano. Era un viejo sentado en las tardes soñando recuerdos. Era un viejo que sintió mucho tiempo el calor de una esposa y sus ojos cansados y sus brazos ya viejos la buscan en vano en el lecho desierto. Era un viejo despierto en las noches soñando recuerdos. Era un viejo que se sentó una tarde a soñar sus recuerdos y soñó que era un ángel y despertó en el cielo. El licenciado Vidriera