El libro dice que te vas a morir… y no sólo un libro, todos los libros dicen lo mismo, te vas a morir. Pero hay de muertes a muertes. Una cosa es llegar a la muerte arrastrando la cobija y arrastrando el cuerpo, y otra muy diferente es llegar a la muerte con paso seguro y consciente de que has llegado al final del camino en este mundo. La diferencia está en el cuidado y la preparación. De la misma manera que el que va a correr en una competencia, se prepara y cuida su cuerpo, desde alimentación hasta masajes y ejercicios… todo humano debe de cuidar su cuerpo para que le dure sano y funcionando toda la “carrera” de la vida.
¿Pero qué es lo que vemos? Que muchos viejos esperamos al retiro, a la jubilación, para empezar a preocuparnos por la salud… “Ahora sí, ya tengo medicare, voy a curarme de todo….” no faltará quién te diga “Como dijo el sapo, Ya pa’qué”… ¿No has oído la historia? Te la cuento, al fin que lo que te voy a decir esta semana en tres renglones te lo digo.
El sapo cruzó el camino para llegar al charco grande donde vivía una sapita curiosita. Decidido le confesó sus amores, pero la sapita dijo que no le interesaba. Triste y cabizbajo se regresó el sapito, tan metido en sus tristes pensamientos iba, que no oyó ni vio, pero muy bien que sintió un carro de mulas que venía y lo apachurró…. lo piso la mula y lo remató la rueda. Moribundo estaba entre el lodo del camino, cuando llegó a grandes saltos la sapita……….
“Sapito, sapito, no te mueras, no te mueras, sí te quiero”…
“Ya pa’qué”, dijo el sapo y estiró las patas…..
“Ya pa’qué”, le decimos a alguien que empieza a hacer lo que debió haber hecho mucho tiempo atrás. Y sin embargo muchos viejos lo toman muy en serio, no fallan a sus citas, toman lo que les recetan, y si le recomiendan cirugías no le piensan mucho… pero al final se mueren sin terminar de curarse todas las enfermedades…¡Ya casi!, pero no…
Convéncete, el cuerpo hay que cuidarlo a tiempo, no querer enderezarlo cuando ya está lleno de achaques. Eso es lo que debes inculcar a la juventud. Cuiden su cuerpo y fortalézcanlo para que les dure funcionando bien hasta el final. Yo no digo que no te cures los achaques que se puedan curar: lentes para ver, aparatito par oír, un buen bordón, pero ten siempre en cuenta que hay una industria muy grande que hace buen negocio con los viejos que quieren morir sanos… Usa bien la medicina, pero no te dejes usar… mucho menos abusar.
Todos los días viajaba doña Juana Santiago desde su pueblito de San Juan Bautista Jayacatlán Oaxaca, hasta el mercado público de la ciudad de Oaxaca. Todos los días estaba allí a las 6 de la mañana en un lugarcito afuera mercado vendiendo sus productos. Todos los días “haciendo la lucha” para sobrevivir. Todos los días hasta el miércoles 29 de agosto. Ese día le alcanzó el cansancio, se dobló y se murió, se murió doña Juana Santiago.
Mucha gente que pasó a su lado, pensaban que estaba dormida, los mismos locatarios del mercado que la veían a diario, no querían despertarla. Su cuerpo estuvo allí doblado, postrado en la vía pública por horas, sin que nadie se diera cuenta de que estaba muerta….
De acuerdo con Alerta Chiapas, la mujer de 85 años perdió la vida en alguna hora de la tarde de miércoles, 29 de agosto, por “causas naturales” cuando trabajaba de sol a sol, vendiendo sus productos en dicho mercado.
Nadie estuvo ahí para “acompañar” en su último aliento a doña Juana Santiago, quien siempre brindó una sonrisa a quien la saludaba.
La muerte de esta señora de la tercera edad, destaca el grave problema que existe, no sólo en México, sino en muchas partes del mundo, al descuidar la protección a los adultos mayores, ya que pese a los “apoyos” que se les brinda, varios miles en todo el país y en el mundo son obligadosm, sea por las circunstancias o hasta por sus propios familiares a trabajar o pedir limosna en las calles para poder “comer” siendo explotados hasta la muerte.
Deberíamos no solo exigir al gobierno sino como sociedad en general exigirnos más, crear conciencia ante la violencia que muchos ancianos sufren, así como implementar una política pública para que en México…. Y en el mundo entero, ya no muera otro anciano desamparado y solo, sea don Juan o doña Juana.
Cuatro de cada diez ancianos en el mundo viven en la pobreza… y en unas regiones el porcentaje es más alto, Eso debería de calarnos como sociedad.
Descanse en Paz Juana Santiago y todos los ancianos que estarán muriendo solos y desamparados