Plantas que curan… La Amapola

amapola 1Novia del campo… la llamó el poeta por ser una flor tan bella… Aún siendo bella, su producto, el opio, causó una guerra entre el imperio inglés y el imperio chino en el siglo XIX.
La amapola es una especie de planta herbácea del género Papaver, de la familia Papaveraceae. Varias especies hay de la Amapola, la más conocida es llamada Adormidera o amapola real Papaver somniferum cuya fama está ligada a su alto contenido en alcaloides obtenidos de la savia que se obtiene mediante incisiones que se le hacen al fruto y que es la base de la producción del opio y sus derivados.
El hombre ha cultivado la adormidera desde hace por lo menos 4,000 años.
En tablillas de los sumerios del III milenio a. C. se menciona el opio mediante una palabra que también significa ‘disfrutar’. En imágenes de Babilonia, de los micenos de Creta y de otras culturas antiguas se muestran la planta y sus efectos. Pero su aplicación ya más formal a la medicina se remonta quizá al Antiguo Egipto, donde muchos jeroglíficos mencionan el jugo que se extraía de estas cabezas (el opio) y lo recomiendan como analgésico y calmante, tanto en pomadas como por vía oral y rectal. Uno de sus empleos reconocidos, según el papiro Ebers, es «evitar que los bebés griten fuerte». El opio de Tebas aparece mencionado ya por Homero (en la Odisea como algo que «hace olvidar cualquier pena».
En tiempos del poeta épico griego Hesíodo (siglo VII a. C.), la ciudad que luego se llamaría Sición se llamaba Mekone (‘adormidera’). Esta planta fue siempre símbolo de Deméter, diosa de la fecundidad. Las mujeres casadas sin hijos portaban broches y alfileres con la forma de su fruto, y los enamorados restregaban pétalos secos para averiguar por los chasquidos el futuro de su relación.
Los griegos la cultivaban y utilizaban con fines de diversión y medicinales: como analgésico, en forma de infusiones o con el opio en bruto para el dolor de muelas, contra la diarrea, fiebres y para hacer dormir a los niños.
El historiador Heródoto (m. 425 a. C.) dice que en los primeros templos de Esculapio, que eran algo como los hospitales actuales, nada más llegar los pacientes eran sometidos a una incubatio o ‘ensueño sanador’.
Hipócrates es el que le da su nombre actual a la droga, que traduce opós mekonos: ‘jugo de adormidera’. Él lo recomienda como tratamiento para la histeria, que considera como una «sofocación uterina». Muchos productos medicinales se obtienen de la Amapola real o Adormidera.

ampola 2
Pero las especies sin alcaloides, o con muy pocos, como la Papaver rhoeas y la llamada amapola de California son las más usadas en tés medicinales.
Un té de amapola puede curar el insomnio, catarros y la excitación nerviosa: A una taza de agua se le agregan 5 gramos de flores desecadas de amapola, se deja hervir por algunos minutos y se filtra. Si se desea se puede endulzar con miel o azúcar.
Para calmar el dolor. La amapola aún las que no tienen morfina, tiene cualidades sedantes, que sirven para calmar el dolor de quemaduras, cortadas e inflamaciones.
Tos: El jarabe ayuda para combatir la tos seca. Se cuecen 150 mililitros de agua, 300 gramos de azúcar y 10 gramos de pétalos secos.
Nervios: Como infusión sirve para tratar la angustia, neuralgia e incluso los dolores estomacales, tales como los espasmos digestivos. Solo tome algunas hojas secas y agréguelas en agua caliente.
Dolor de muelas: Hacer gárgaras calma el dolor de encías y el de muelas.
DIarrea infantil: se prepara un té con partes iguales de aceite de oliva y la planta de la amapola.
Insomnio: Es recomendada para tratar el insomnio como un soporífero suave, esto gracias a sus propiedades sedantes.
Mejora el funcionamiento del aparato respiratorio, es expectorante y calmante de la tos, ayuda para tratar enfermedades del sistema respiratorio, tales como la bronquitis o la faringitis. Controla los estados gripales. Por sus propiedades emolientes disminuye irritaciones en la garganta ocasionados por la tos severa, bronquitis, asma o resfriados.
Tenga cuidado. Uso excesivo de amapola puede ocasionar ligeros trastornos respiratorios.

Amapolita morada de los llanos de Tepic
si no estás enamorada, enamórate de mí... Decían unos versos
Galeno Centeno
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