Nacimiento…Natividad…Navidad… Un nacimiento es lo que se celebra en la Navidad tradicional, aunque ha ido cambiando hasta convertirse en una celebración más comercial que religiosa, pero la idea original aún persiste… La historia del Niño que nació en una cueva de pastores a la orilla del pueblo, porque José y María no pudieron encontrar posada en el Mesón ni en las casas de los habitantes de Belén… “Y al nacer el Niño su madre lo recostó en un pesebre….” Hace más de dos mil años de ese sucedido, pero la historia se sigue repitiendo.

Hay miles y miles de peregrinos en el mundo buscando posada sin encontrarla. Millones de hombres, mujeres y niños han salido de sus pueblos, no porque los llamara un edicto, sino porque las guerras los desplazaron… y buscan posada. Millones de hombres, mujeres y niños llaman a las puertas de los países ricos buscando posada, porque en sus países reina el frío de la pobreza y el crimen…. Y ahora, como entonces a los Peregrinos de Belén, se les sigue negando la posada a los pobres peregrinos del mundo.
Las escusas siguen siendo las mismas. Nos incomodan los peregrinos. “Al puro abrir la puerta entrará el frío y aquí estamos tan a gusto”….. “¿A quién se le ocurre viajar con esposas embarazadas o con niños?”….

  “No sea algún tunante” dice un canto de las tradicionales posadas con que se celebra la Navidad… “No son necesitados, son criminales”… decimos, y al criminalizarlos sentimos el derecho a cerrarles la puerta.
El canto de las tradicionales “posadas” termina cuando el casero reconoce a los peregrinos y les da posada…… Se reparte el ponche, los tamales y los niños quiebran la piñata…. Pero eso es fantasía, la verdad es que ni a aquellos peregrinos de hace dos mil años ni a los peregrinos de estos tiempos se les da posada ni hay piñata para todos…. Muchos niños del mundo no alcanzan nada de la “piñata” repleta de bienes y comodidades que otros gozan en los países ricos donde no todos no son bienvenidos…. y muchos viven en pueblos donde los nuevos Herodes siguen matando Inocentes, ya no sólo niños, sino inocentes de todas las edades.
Ojalá la celebración de la Navidad hiciera reflexionar a todos para trabajar por dar posada a todos los peregrinos del mundo, y mejor aún, crear condiciones de igualdad y Paz en el mundo para que la gente no tenga la necesidad de salir de su tierra de origen.
A nuestros clientes, lectores y amigos de El Aviso, con nuestra gratitud y de todo corazón, les deseamos ¡¡¡ Feliz Navidad!!!

Para la Portada de El Aviso Magazine de Los Ángeles, Ca. Navidad 2018