Hay el cuento del criminal al que se le puso de prueba para ser admitido a una banda que llevara el corazón de su madre… Tan malvado era que allá fue, arrancó el corazón a su madre y mientras corría a llevarlo, se tropezó y cayó… y en eso se oyó la voz del corazón “¿Te hiciste mal, hijo mío?”.
Hay quienes citan el cuento para ilustrar el amor de la madre, yo lo cito para que aprendan los padres lo que dice el dicho: consentir, mimar, ser demasiado débil a los caprichos de los hijos es hacerles un daño y hacerse un daño los padres a sí mismos. “Padres que consienten engordan serpientes” Una cosa es amar a los hijos y otra consentirlos, perdonarles todo, no castigarlos cuando merecen castigo, no reprenderlos ni hacerles ver sus errores…. Tarde o temprano se verán y se pagarán las consecuencias que no serán buenas ni para los hijos ni para los padres.
Dicho ranchero. Se atiza el fuego, es decir se remueve le rescoldo o la leña para avivar el fuego para que se cocine más pronto lo que haya en la olla… sobre todo cuando el fuego está lento y el cuerpo reclama alimento.
El dicho se aplica para indicar que el que necesita resultados de algún asunto o el provecho de alguna acción es el indicado para poner los medios para agilizar los hechos y ver pronto los resultados que espera y quiere. “Ya le dijeron a Maurilio que la Chona no se casa con él hasta que no le tenga la casa lista, por eso dicen que ya se fue Maurilio pa’l norte de ‘bracero’ a juntar para hacerle la casa a Chonita. Por algo dicen, que el que hambre tiene le atiza a la olla”
Otros usan el dicho no como afirmación sino como invitación: “El que tenga hambre que le atice a la olla”, algo parecido a aquel otro dicho, que decía mi tío Cipriano. “El que quiera limas que sacuda el árbol” Él lo decía echando bravata.
Otro dicho parecido es “El interés tiene pies” O sea, que cuando algo te interesa no te quedas pasivo, lo buscas.
Baratijas…llamamos a cosas de poco valor de las que no se espera mucho uso…Unas pinzas o un desarmador de la 99 cents los compramos a sabiendas de que no durarán… y pronto tendremos que comprar de nuevo si las volvemos a necesitar.
Es a lo que se refiere el dicho que cuando compras algo barato no esperes que sea de muy buena calidad… Aunque no necesariamente barato tenga que indicar mala calidad, porque se dan casos que algo barato sale bueno y algo caro nos salga malo, pero el dicho asocia barato con corriente, malo.
Lo malo es cuando compras caro y te sale malo…. como esa ropa cara que compraste para ti y a la primer lavada encoge tanto que apenas les queda a tus hijos.
De manera que aunque el dicho diga que el que compra barato compra a cada rato, más bien debería decir que el que compra cosas de mala calidad compra a cada rato.
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