Echar o tirar un pial, es lanzar una lazada para amarrar las patas de un animal que, por lo general irá corriendo o caminando. El pial (de pie) va a las patas, mientras la mangana (de mano) es igual al pial, sólo que se lanza a las patas delanteras del animal.
Se apiala a los animales para inmovilizarlos para herrarlos, cuatezonarlos, (cortarles los cuernos) curarlos, etc. Las vacas se apialan paradas para que no se muevan ni pateen al ordeñarlas.
Si el animal no es muy de confianza, medio manso o medio menso, también se usa poner la lazada en el suelo y se hace caminar al animal de modo que meta las patas en la lazada y se aprieta la soga apialando al animal.
Así se usa el dicho, cuando se nos pone una trampa para envolvernos en un asunto que no nos beneficiará. Se podría decir “No soy tan animal para meterme a ese pial” En ese enredo no me meto, en ese problemas no me meto, no me comprometo, déjenme fuera de sus pleitos….
Decir “En ese pial no me meto” es algo parecido a decir. “No me voy a echar la soga al cuello”. MaSo
Busca estos libros en amazon.com